La futbolista nacida en Lorica habló con Directo Bogotá sobre su carrera deportiva, el fútbol femenino y el equipo de Selección Colombia que hoy juega en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023.
Por Laura Barrera
Leicy Santos es una de las futbolistas colombianas más importantes del país. Con tan solo 27 años ha triunfado en diferentes escenarios deportivos a nivel nacional e internacional: en el 2017, ganó la primera edición de la liga femenina colombiana con Santa Fe; en 2019 se colgó el oro en los juegos panamericanos; en 2020 fue campeona de la Supercopa española con el Atlético de Madrid, y en 2023 ganó la Copa de la Reina con el equipo ‘colchonero’, entre otros. La ‘10’ de la Selección ha construido su carrera a pulso y con mucha determinación llegando a jugar en una de las mejores ligas del mundo, como la Primera Iberdrola con el Atlético de Madrid.
Es una abanderada de la igualdad de derechos para el fútbol femenino como muchas de sus compañeras. En entrevista con Directo Bogotá dijo que está convencida de “que cada año el fútbol femenino ha evolucionado y crecido” no de la manera que le gustaría, pero ha logrado construir su camino en el país. Santos se encuentra hoy en Australia con la Selección Colombia, donde juega el mundial femenino. Ella y sus demás compañeras han demostrado el talento que tienen las “chicas superpoderosas”. Después de pasar como líderes de grupo, donde jugaron contra las subcampeonas de Europa, África y Asia, se enfrentaron en octavos a Jamaica y ganaron 1-0 gracias al gol de Catalina Usme. Ahora se preparan para el partido de cuartos de final contra Inglaterra.
Colombia llegó por primera vez en la historia de un mundial femenino a los cuartos de final. Es la única selección suramericana que sigue en competición. Como dice Santos, “con esto que hemos hecho, hoy hemos hecho historia”. El siguiente partido, contra Inglaterra, será quizás el más difícil del torneo, pero la ilusión sigue intacta. Como afirmó Usme, “este no puede ser el techo de nosotras… este equipo puede con más. Van 4 de 7, nos quedan tres finales”. Tienen la misma oportunidad para ganar el partido contra las inglesas, no solo por figuras como Leicy Santos, Catalina Usme y Linda Caicedo, sino porque tienen algo que no se había visto en mucho tiempo en alguna selección nacional: un equipo unido cuyo juego no se basa en las individualidades sino en jugar en conjunto para conseguir el mismo objetivo: ganar y llegar lo más lejos posible.
Pero sin duda el mayor triunfo que han conseguido nuestras deportistas es mostrarle al mundo el talento del fútbol femenino colombiano.
DB: Tiene una gran carrera y es uno de los grandes símbolos del deporte colombiano en el mundo, ¿qué o quién la conectó al fútbol desde niña?
Mi familia en general, que es futbolera, pero (en especial) mi papá que desde que tengo uso de razón y era muy chiquita me acuerdo de él jugar en los torneos del pueblo y del barrio. Yo creo que eso me llevó a tomar el fútbol con más pasión que lo normal. Verlo a él, la verdad me llenaba de felicidad y emoción.
DB: Alguna vez dijo: “soñaba con ser jugadora profesional, pero también veía el sueño muy lejos” ¿cómo logró sobrepasar esas barreras y conseguir ese sueño?
Pienso que más allá de la determinación que uno debe tener, la primera barrera a la que me enfrento y decido pasar y luchar es cuando me voy a Bogotá a los 13 años a buscar ese sueño y dejo a mi familia, mis costumbres, mi pueblo (…) esa es la más importante que supero y desde mi punto de vista es la más significativa porque fue el inicio de todo esto y si no hubiera tomado la decisión y la determinación de ir a buscar por lo que tanto soñaba y quería no estaría aquí en este momento.
DB: ¿A lo largo de su carrera ha advertido un avance significativo en torno al fútbol femenino en Colombia?
Claro que sí. Antes no se contemplaba que las mujeres jugaran fútbol o que viviéramos de esto en el país y por suerte yo soy una convencida y fiel a que cada año el fútbol femenino ha evolucionado y crecido, que sí es verdad no como nos gustaría, pero (comparando) de cuando yo llegué a Bogotá con 13 años a cómo está posicionado ahora en el país es otra cosa.
DB: ¿Qué cambios se deben hacer para que el fútbol femenino en Colombia avance y las jugadoras tengan los mismos derechos que los jugadores masculinos de la liga?
Nosotras buscamos de alguna manera abrirnos ese espacio a que la jugadora pueda desempeñarse y desarrollar esta actividad profesional continua durante todo un año, como un trabajo normal. Pienso que lo primero y lo más importante es culturizar a nuestro país, y dos, darle la importancia y tener en cuenta que el fútbol femenino cada año evoluciona y toma más importancia a nivel mundial. Y que sin duda es el momento de aprovechar ese auge que tiene en crecimiento exponencial, que ni siquiera el fútbol masculino en sus inicios creció como el femenino en este momento. Se trata de tomar esa decisión de apostar y realizar un proyecto bastante ambicioso que se obtenga y mantenga el resultado a futuro porque el fútbol femenino a un corto plazo no te va a dar los beneficios que las empresas y los administradores de nuestro fútbol quieren.
DB: Para eso se necesita que la liga dure el tiempo que dura la masculina y no hacer que la liga femenina sea más corta…
Total, lo que queremos es tener competencia todo el año así sea una liga de ocho o nueve meses, que la jugadora tenga más partidos para competir y que ojalá tengan el mismo fogueo y los mismos partidos entre todas. Para mí, ahora que estoy en la liga española, ver jugar a todos los equipos la misma cantidad de partidos y de minutos me parece que es un plus que le da a la competencia, porque el equipo que desciende o el que está primero tiene los mismos minutos que el equipo que queda campeón.
DB: ¿Cómo ha sido su experiencia a nivel personal y profesional jugando en el Atlético de Madrid?
Muy buena. Creo que todos tenemos un proceso de adaptación y por suerte yo lo pasé. Pero en su momento es duro, porque no es lo mismo alejarte de tu familia estando en el mismo país teniendo la posibilidad de ir (a visitarlos) cuando puedas en días libres, a irte de Colombia a explorar un país nuevo, una liga nueva y una ciudad nueva. Pero, sin duda, a nivel personal ha sido de mucho crecimiento. A nivel profesional el crecimiento que he tenido en todos los aspectos de mi carrera es muy grande.
DB: ¿Qué significa ser la 10 de la Selección?
Es portar esa camiseta con orgullo, responsabilidad y deseo de siempre dar lo mejor por ese escudo y esa amarilla que tú te pones. Para mí no es tan relevante el número que se lleve en la espalda siempre y cuando hagas tu trabajo, juegues para el equipo y un bien común.
DB: En 2017 cuando fue campeona con Santa fe dijo que ese “fue el mejor momento de su vida y de su carrera futbolística” ¿hoy en día ese sigue siendo el mejor momento de su carrera o es otro?
Uno en la vida siempre va teniendo buenos momentos en su carrera y de eso se trata, de evolucionar y no quedarme con un momento sino buscar más a nivel profesional y personal, el momento de Santa fe fue uno muy especial que marcó muchas cosas en mi carrera y en mi vida personal, pero ahora estoy viviendo un momento muy bonito en mi carrera también y que seguramente vendrán más.
DB: Fue condecorada en la embajada de Colombia en Madrid con el premio #10colombianos por el aporte que ha hecho a la construcción de la imagen de Colombia en el exterior, ¿qué significa esto para usted?
Muchísima emoción porque es lo que siempre he dicho, no es lo mismo que te premien otras entidades u otro tipo de gente, pero ver que tú país y tú embajada te premian por algo que estás haciendo eso para mí tiene un valor sentimental más fuerte que los demás. Así que es un honor y un orgullo ver como estoy dejando el nombre del fútbol femenino colombiano en otro lado del mundo.
DB: ¿Qué mensaje le daría a una niña que quiera ser futbolista profesional en Colombia?
El de mucha constancia, disciplina, determinación de trabajar y de hacer más cuando se necesite, y darle la prioridad al fútbol y al deporte que requiere. Ningún camino en la vida es fácil, pero al final cuando tú estás haciendo lo que te gusta y apasiona, yo pienso que no hay motivo para no estar feliz.
