María José Guzmán Rodríguez
Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá visita la Catedral Primada de Colombia durante los primeros días del mes de septiembre.
Con motivo de la visita del Papa Francisco al país, el lienzo de la virgen de Chiquinquirá fue trasladado el pasado primero de septiembre desde Boyacá a la capital colombiana, para que el sumo pontífice y los fieles puedan venerar su cuadro hasta mañana. La última vez que vino Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá fue el 9 de julio de 1999, en una jornada por la paz. Esta ha sido la décima ocasión en que la imagen renovada de la virgen abandona su santuario para peregrinar en la catedral primada de Bogotá.
“La virgen de Chiquinquirá es la patrona de Colombia desde hace muchos siglos, fue coronada Reina de la república por el entonces presidente Marco Fidel Suarez. Todos los colombianos le tenemos una enorme devoción y por eso, a propósito de la visita del papa, ha sido trasladada a Bogotá para que el santo padre pueda rezar ante su cuadro”, manifestó Francisco Flórez, Caballero de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Historia de la virgen
Comenzó en la colonia cuando el encomendero Antonio de Santana, cumpliendo unos requisitos de las leyes de indias, para promover la evangelización, mandó a hacer un cuadro que pintó Alonso de Narváez, en el año 1562, en Tunja. El cuadro fue llevado a Sutamarchán, pero allá sus imágenes se fueron borrando y se deterioró, y por este motivo fue trasladado a los aposentos de Chiquinquirá. Estando en Boyacá, María Ramos, una española muy devota, quien rezaba frente al desteñido lienzo, presenció que el cuadro se iluminó por gracia de Dios y del Espíritu Santo el 26 de diciembre de 1856. Los colores de la imagen se renovaron y este gran milagro cambió el rumbo de la evangelización en el Nuevo Reino de Granada. Es desde este momento que se le rinde devoción en nuestra patria. En 1816 el lienzo fue robado por Manuel Serv y estuvo por última vez en 1999 en la catedral primada de Colombia, según informó Julio Ricardo Castaño Rueda, historiador y periodista de la Sociedad Mariológica colombiana.
Proceso de traslado
El emblemático lienzo cumple más de 430 años; al ser considerado invaluable, se llevó a cabo un riguroso protocolo para su visita a la capital.
La imagen salió de su santuario el primero de septiembre antes de las 10 de la mañana, en medio de una procesión donde los chiquinquireños se despidieron de ella. Fue llevada hasta el Batallón de Sucre de Chiquinquirá, donde la esperaba un helicóptero. En un vuelo de 40 minutos, llegó al aeropuerto militar de Catam en la capital del país. El cuadro fue protegido en un cantón especial para su traslado. Después de aterrizar, fue escoltada hasta la Capilla del sagrario de la Catedral Primada, y el sábado llegó al altar mayor de la catedral para acompañar a los fieles en una eucaristía. Allí permaneció custodiada por la fuerza pública, informó el Diácono Gonzalo Sandoval, maestro de ceremonias de la catedral.
Medidas de seguridad
Según el cardenal Rubén Salazar, “se hizo un esfuerzo muy grande entre la santa sede, la guardia suiza y la Policía Nacional para tomar todas las medidas de seguridad necesarias”. El cuadro de la virgen está siendo custodiado permanentemente por la policía y el Batallón Guardia Presidencial. De igual manera, este lienzo permanece acompañado por 20 frailes dominicos quienes siempre están cerca del cuadro y todas las noches rezan ante su imagen, sin perder la custodia.
El Batallón Guardia Presidencial dispuso de una guardia de honor de 12 soldados, los cuales se apostan alrededor del presbiterio y custodian el cuadro de la Santísima Virgen de Chiquinquirá las 12 horas que se encuentra abierta la catedral y expuesta a los fieles. El cuadro queda protegido, aislado y blindado ante la posibilidad de acercamiento.
La Policía Nacional dispone de aproximadamente 100 unidades que se encuentran dentro de la catedral, custodiando las entradas y salidas de la misma, organizando el corredor por donde transitan las personas y previniendo cualquier pista de inseguridad, teniendo en cuenta su robo en los años pasados.
“La virgen nos invita permanentemente a nosotros a vivir en fraternidad entre los diferentes pueblos, verdaderamente somos hermanos por tantas cosas que nos unen. Los jóvenes son no solamente el futuro sino también el presente de nuestra patria y del mundo entero. Por lo tanto, qué mejor que llevar a Dios y a la Virgen en sus vidas”, manifestó Rubén Salazar, cardenal colombiano de la Iglesia Católica.
Últimos días para visitarla
Hoy y mañana los fieles podrán visitar a la Reina colombiana. A partir de las 7:15 habrá una eucaristía en la catedral, seguida de un rosario, recitales, conferencias y la última eucaristía será a las 5:15 p.m. Finalmente, se dará un concierto desde las 6 hasta las 7 p.m. El domingo 10 de septiembre, en horas de la mañana, la virgen será trasladada de nuevo a Chiquinquirá.