‘Como creador de contenido ganaba mucho más que como congresista’: Jota Pe Hernández

Por Miguel Chavarro

En la cuarta entrega de #JóvenesCongresistas, Directo Bogotá conversó con Jota Pe Hernández y su llegada al Congreso como el tercer congresista más votado para esta nueva legislatura. Hernández llega electo por la Alianza Verde con 189.291 votos.

Jota Pe Hernández. Ilustración: Miguel Chavarro

Entrar a la oficina de Jota Pe Hernández, como se le conoce a Jonathan Ferney Pulido Hernández, es entrar a un set de televisión. Quizás se deba a que fue el espacio natural en donde este bumangués de 30 años arremetió semana tras semana contra los políticos colombianos. Tres televisores empotrados a la pared, dos pantallas auxiliares para un computador, cámaras, luces, paredes negras; todo preparado para que continúe con su monólogo que ahora representa a casi 200.000 personas que votaron por él para el Senado de la República.

Jota Pe ha comentado en múltiples entrevistas que nació en un sector vulnerable de la ciudad de Bucaramanga, creció y empezó una carrera musical cristiana, llegando a grabar discos y videos musicales, hasta que entró en el mundo audiovisual que le cambió el rumbo por completo con su canal de YouTube ‘Jota Pe Hernández’; un espacio político en donde comentaba acontecimientos de la política nacional e internacional.

En su última riña, en plena sesión legislativa acusó a sus colegas de actuar como perritos de taxi -moviendo la cabeza de arriba para abajo-, ante las peticiones del presidente del Congreso, Roy Barreras, para que aprobaran la Reforma Política en curso.  Tal vez sea su estilo, fulgurante, envalentonado y contundente, el que lo ha convertido en una de las figuras políticas con más respaldo popular; o tal vez su canal de YouTube sea el secreto de su éxito. Eso intentan averiguar las tesis que desde la Academia se escriben para entender cuál es la magia detrás de este outsider de la política.

Con una chaqueta negra, y su ya icónica camiseta con la frase “mil gracias, Colombia”, Jota Pe le cuelga el teléfono a uno de sus colegas quien, según deja ver el tono de la llamada, le reprocha  sus declaraciones a los medios de comunicación.

Esta es la entrevista a un populista, en el sentido etimológico y no peyorativo de la palabra, pues lo que más repite Jota Pe en sus respuestas es su incansable lucha “por y para el pueblo”. Una promesa de la política cuya carrera apenas está empezando.

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Llega como el senador más joven a esta legislatura, ¿cómo influyó la edad en su votación?


Creo que influyó porque estábamos en una coyuntura política que que en la historia de Colombia poco se había visto, y es que los jóvenes tomaron posición y decidieron salir a elegir a un nuevo Congreso. Se dieron cuenta de que, muchas veces, los derechos de ellos fueron vulnerados porque elegían a los mismos congresistas que no tenían en cuenta a esa juventud. Por esas razones, ahora encuentra en el Congreso caras nuevas y jóvenes, diferentes de las que hemos visto período tras período.


¿Y la mayoría de sus seguidores son jóvenes?


Los jóvenes se sintieron identificados con este joven que hizo una propuesta política, pero usted se sorprende si yo le digo que hoy el 80% de las personas que me siguen en redes sociales son personas mayores de 35 y 40 años.

¿Cuándo cayeron en cuenta de que esa masa de seguidores estaba en ese rango de edad?


En campaña. Nos pasó con algo muy gracioso y es que sacamos una canción en campaña, el jingle de la campaña, y cuando lo íbamos a grabar en video, dijimos: “hagamos algo que vaya enfocado en los jóvenes”. Y alguien dijo “no, pero miremos cuál es nuestro público”. Nos dimos cuenta de que el público de nosotros era un bastante adulto. Por esa razón, creo que también sacamos una votación bastante seria.


¿Y cómo juegan estas nuevas formas de hacer política con los videos y las redes sociales?

Hay algo importante  y es que muchos influencers quisieron llegar, pero el trabajo que nosotros veníamos haciendo durante diez años no era tanto como de un youtuber normal, sino que era una creación de contenido bastante seria, profunda en política, en control político, en crítica política. Fueron casi diez años ahí, brindándoles una información a los ciudadanos sobre lo que estaba sucediendo en el Congreso, en el gobierno de turno. Y yo creo que eso fue lo que más influyó en esta elección, el trabajo que estuvimos haciendo durante diez años.


¿Y en esos diez años en qué momento surgió ese deseo de pasar de la pantalla a la política?


Bueno, yo no quería ser candidato. No estaba en mi intención ser candidato. Faltando como dos meses para las inscripciones, alguien me dijo “¿por qué no pasas del activismo y de la denuncia a los hechos? ¿Por qué no pasas de ser sencillamente un presentador de noticias, una activista, un crítico político, a ser un actor político? De pronto en el Congreso puedes cambiar cosas que tú criticas”.

Y ahí yo dije “bueno, ¿qué tengo para perder? No tengo nada para perder”. Entonces decidí lanzarme. Pero yo nunca pensé que ocurriera lo que ocurrió. Ser la tercera votación del Congreso de 296 congresistas. No esperábamos ese respaldo y ahora tenemos una responsabilidad grande y es cumplirle a esa gente, a Colombia.

¿Vio realmente factible ser elegido?


Del 100% de mis pensamientos, el 90%, o un poquito más, pensaba que no pasaba. Es increíble. Esta es la hora en que yo no sé si la gente que estaba alrededor mío lo hacían porque eran mis amigos, mi equipo, mi familia, decían “usted pasa”.

Todo el mundo afuera creía que sí se podía dar, pero yo en más de un 90% pensaba que no pasaba porque nunca había hecho el ejercicio político. No sabía cómo funcionaba el tema de votos y elecciones, en el sentido de ser candidato.

Lo hice de manera completamente limpia, cerca de 200.000 votos y ni un solo voto fue comprado, ni uno solo. Cuando llevaba 80.000 votos yo era el senador más votado de Colombia. Ahí yo dije “wow, esto está tremendo, es una sorpresa y es una realidad”. Pero no, no pensé que fuera a ganar de verdad.

¿Y qué le diría a un joven que quiera pasar a ser políticamente más activo?

Primero, que tenga en su corazón todas las intenciones buenas de hacer las cosas bien. Si tiene algún ansia de poder, de dinero, de lograr alguna meta personal o económica, se va a estrellar en algún momento. Se va a estrellar porque lo cogen por corrupto o se estrella cuando vea que no es tan fácil aquí.

Que tenga un corazón decidido a servirle a la gente. ¿Qué nos motiva al ver que estamos ganando enemigos en el Congreso? La gente afuera. Yo le cuento algo, como creador de contenido ganaba mucho más económicamente que como congresista y ahora que llego al Congreso me voy a ganar 35 millones de los cuales voy a donar 10 millones que es el 30% de mi salario. Súmele todos los descuentos y los gastos que voy a tener como congresista. ¿Con cuánto me voy a quedar? Acá no estoy ni por plata, ni por lujo, ni por fama, porque ya teníamos millones de seguidores. Acá estamos por una causa: la gente.

Yo los motivaría a que sí lo intenten, porque si pudo Jota Pe que no era ningún político, que no venía de ninguna casta política, no tuvo un padrino político, o sea, si pude yo aquí cualquier joven que tenga las mejores intenciones para construir país de la forma más limpia y honesta lo puede lograr. Yo los animo a que le hagan.


¿Cómo ha cambiado su vida ahora el ser congresista?


Bueno, muchas cosas. Hay muchos cambios. Cuando estaba en el noticiero, como creador de contenido era mi propio jefe, tenía un equipo, pero pues yo era el que decidía vamos a grabar tal día, vamos a sacar esto. Acá hay que asumirnos a un Congreso, a unos horarios, a un pueblo que ya está fiscalizándote, 196.000 personas que dicen cúmplame que yo voté por usted.

Siento más conexión con la gente. Cuando era creador de contenido me encontraba personas en la calle, pero ahora es más la conexión con la gente entre el senador y el ciudadano. Y, sobre todo, que encuentro más oportunidades de servir, de ayudar. De hacer algo por alguien que lo necesita. Creo que tengo más armas que cuando era simplemente un creador de contenido, un activista. Ahora me siento como con más armas para poder ayudar y construir.

¿Cuál es ese factor diferencial suyo frente a los demás políticos?


Uno, lo que ya he mencionado, que vengo sin deberle nada a nadie, que no tengo nada para perder, que llegué sin amigos y me puedo ir sin amigos con tal de cumplirle a Colombia. Mi hoja de vida está completamente limpia, pueden esculcarla por donde quieran y mi único objetivo aquí es el pueblo. Ese es un factor bastante diferencial porque ya me he encontrado con congresistas que tienen que cumplirle al que los patrocinó, a su jefe político, o tienen que recuperar plata que derrocharon en campaña.

Hay muchas cosas en las que nos diferenciamos de varios políticos, entre esas que vengo a trabajar los domingos, los lunes festivos, no todos, pero acá estamos. A veces salimos a las 11:00 de la noche en ocasiones cuando no hay nadie y no tienen que venir a trabajar los congresistas. Lo estoy mencionando es porque nosotros en ocasiones lo hacemos porque nos apasionamos haciendo lo que estamos haciendo y que poco a poco los colombianos van a ir conociendo.


¿Y cuál es su sueño actualmente? 


Uy, a cuatro años. Ese es un tiempo que yo tengo para un sueño: terminar mi período en el Senado y poder decir “le cumplí a Colombia, les demostré que se puede hacer política sin robarse un solo peso”, salir con las manos limpias tal cual como entramos, cumplir las promesas que se hicieron. Ese sería mi mayor sueño. Ni siquiera estar pensando en otro cargo, en que quiero esto, que quiero aquello.

Mi mayor sueño es poder salir y decir cumplí mi palabra y les demostré con hechos lo que yo les dije. Yo a la gente le decía: me recorrí 22 departamentos repartiendo periódicos por las calles y por los semáforos, casa a casa. Les decía: “no elijamos a los mismos con las mismas, porque vamos a seguir en las mismas”. Elijamos a alguien del pueblo para que realmente represente al pueblo. Y yo quiero ser ese representante. Voten por mí. Me creyeron. Yo no puedo traicionar al pueblo.

¿Qué quiero en cuatro años? Haber terminado mi período como senador y decir “lo cumplí, les pude demostrar que sí era verdad lo que les decía”.


¿Qué quisiera decirle a la gente que aún no lo conoce?


Que muchas veces vienen momentos complicaditos de choque emocional cuando se encuentra uno con políticos corruptos que uno ve que están haciendo algo que no está bien y que no los hemos denunciado porque no tenemos las pruebas suficientes. Uno dice: “estoy como en el lugar equivocado”. O sea, ¿yo que hago aquí? Pero entonces, inmediatamente, rebobinamos y nos damos cuenta de que hay una razón y es el pueblo y por eso seguimos de pie y vamos para adelante.

¿Y cómo espera que lo recuerden en el futuro?

Como alguien del pueblo que marcó una diferencia. Como un senador cercano a la gente. Que esos colombianos que están sufriendo, que están pasándola muy mal y que son la mayoría, sepan y entiendan que existió en el Congreso alguien como ellos, de ellos, del pueblo. Que me recuerden como un senador honesto, transparente, que cumplió su palabra, que nunca se robó un peso, que nunca traicionó las promesas y que siempre defendió a los más necesitados. Así me gustaría que me recordaran.

¿Cómo va el tema de la reducción del salario de los Congresistas? Usted ha sido uno de los que más ha reclamado eso…

Esperamos que se logre porque ya es necesario que el cinismo con el que han actuado los políticos durante décadas tenga un fin. No puede ser que, en 22 años, 18 veces se haya propuesto esta reducción. 18 proyectos de ley y ninguno de los 18 hayan pasado el primer debate. Un proyecto no pasa un primer debate porque sencillamente los congresistas deciden que no pasa y ya.

Yo ya soy congresista, ya conozco cómo funciona. Conozco el proceso y por esa razón encontramos una forma de presentar este proyecto más fácil. Siempre lo he dicho. No es lo mismo subir a Monserrate por las escaleras que por el teleférico. Por un lado, te vas a demorar más, te va a costar más, pero por el otro lado llegas más rápido y va a ser más fácil. Este proyecto que nosotros estamos presentando no necesita sino dos debates en Senado y dos debates en Cámara. Los otros necesitan ocho debates porque es reforma constitucional. Aquí lo que nosotros estamos pidiendo es que eliminemos la prima especial de servicios, esa prima que es una añadidura, un lujo que tenemos los congresistas, 11 millones de pesos mensual.

A los congresistas nos tienen muy bien remunerados. Mientras tanto el colombiano lo que hace es chupar impuestos, impuestos y más impuestos. Un colombiano se gana 1 millón de pesos al mes, todos los días levantándose y trabajando de sol a sol. El congresista gana más de 1 millón de pesos al día, 1.176.000 solo con abrir sus ojos y respirar, domingos y festivos también.

¿Y qué dicen sus colegas?

Mis compañeros están bravísimos conmigo. Me llaman hostigador, matón, demagogo… Me han dicho un montón de palabras porque estoy haciendo esto.

Con ese respaldo es tentador pensar en aspirar a otro cargo de elección popular…

No, ya me hablaron de que sería un buen gobernador, pero hasta el momento tengo un único objetivo y es ser uno de los mejores senadores. No por una posición ni por un destacado. No, lo que busco es ser de esos que cumplen. La gente está mamada del Congreso. Los colombianos no creen en los senadores, no creen en los representantes. Y eso yo se lo digo a mis compañeros. Tienen una mala imagen de los congresistas. Yo quiero cambiar eso, quiero darle altura al Congreso. Que el pueblo pueda volver a creer en que los que estamos acá no estamos para crear leyes que los atropellen a ellos sino, por el contrario, hacer cosas que les beneficien. Y para eso he llegado. Creo que en estos cuatro años vamos a construir muchas cosas. 

DIRECTOBOGOTA.COM

Es un proyecto de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Pontificia Universidad Javeriana, dedicado al periodismo digital, la producción audiovisual y las narrativas interactivas y transmedia