Bogotá se ha caracterizado por tener sectores de producción y comercio identificados por la clientela porque la atención es más personalizada. Allí hay posibilidad de comparar precios y calidades entre pequeños negocios familiares y grandes marcas, industria doméstica y china, dándole un toque particular a esas calles “tomadas” por propios e informales, donde también perviven gremios como el de los carpinteros, zapateros, artesanos y sastres.