Desde hoy, Directo Bogotá inicia un cubrimiento a las elecciones de alcaldes y gobernadores, que se desarrollará el próximo 29 de octubre. Los principales opcionados, según las encuestas, explicarán qué proponen para mejorar la vida de los jóvenes de la capital del país: oportunidades de empleo, transporte, educación y seguridad serán algunos de los temas abordados a través de entrevistas perfiladas que darán a conocer mejor a los candidatos que se disputan el segundo cargo ejecutivo más importante de Colombia.
Por Miguel Chavarro
Fotografías Natalia Rico
“La tercera es la vencida”, esa ha sido la frase que más se repite Carlos Fernando Galán, quien aspira al cargo ejecutivo más importante en la capital colombiana: la Alcaldía Mayor.
El valor de los colores y su relación con las emociones han atravesado la historia de la humanidad. Desde la iconografía empleada durante miles de años de arte pictórico, hasta las actuales campañas de marketing, la teoría del color ha sido fundamental en la evocación de imágenes y sensaciones.
El rojo, comúnmente asociado a una amplia gama de emociones intensas como el peligro, la advertencia, la pasión o el amor, abunda en las calles de la capital colombiana durante estos días. Un Transmilenio, el semáforo que advierte el alto, o las chaquetas rojas de un grupo de ciudadanos que aprovechan la conjugación de estos elementos, dan paso al que durante esta campaña electoral ha hecho del rojo su overol de trabajo.
Para esta ocasión, en hora pico, sinónimo del caos característico de Bogotá con los trancones, la inseguridad, los afanes, las bicicletas y los peatones que circulan, un elemento adicional complementa la paleta de colores de este cuadro: Carlos Fernando Galán.
Desde hace unas semanas, su agenda diaria comienza desde las 4:30 a.m., hora que reserva para el deporte, para después continuar con las obligaciones propias de un candidato: ruedas de prensa, debates en medios de comunicación, reuniones con políticos y empresarios para, finalmente, dedicarse a conversar con la ciudadanía y compartir sus propuestas.
Para muchas personas el perfil de Carlos se resume llanamente en ser hijo de Luis Carlos Galán Sarmiento, el legendario político liberal asesinado durante la campaña presidencial de 1989. Carlos Fernando tenía 12 años cuando eso sucedió.
Sin embargo, con 46 años, Galán se ha curtido en el juego político en diferentes cargos: ha sido concejal de Bogotá en dos ocasiones (2008-2011 y 2020-2021), senador de la República por el partido Cambio Radical (2014-2018), secretario de Transparencia (2012-2013); así como corresponsal de la Revista Semana, redactor de la Revista Cambio y editor político de El Tiempo, en donde fue reconocido con el Premio Nacional de Periodismo del CPB por investigaciones relacionadas con la parapolítica en 2007.
Como concejal de Bogotá, en su primer período (2008-2011) lideró la oposición al entonces alcalde Samuel Moreno. Además, denunció el ‘Carrusel de la Contratación’, relacionado con las irregularidades en la contratación de la infraestructura vial de la capital.
Su rol como senador por el partido Cambio Radical, enfocada principalmente en temas urbanos, dejó uno de los encontronazos más virales en su momento al cuestionar el rol de los hijos del expresidente Álvaro Uribe en la manipulación del Plan de Ordenamiento Territorial en Cundinamarca. Igualmente, la relación con el partido que lo había acompañado, y del que incluso llegó a ser presidente, se erosionó con el apoyo de Cambio Radical a Iván Duque, entonces candidato del Centro Democrático.
Desde entonces, en compañía de su hermano y también exsenador liberal Juan Manuel Galán, se enfocó en revivir la personería jurídica del partido insigne de su papá: el Nuevo Liberalismo.
La marcada herencia de su papá no solo se traduce en la continuación de los ideales liberales, sino en los aprecios que despierta la idea de su padre, o la animadversión de quienes creen que no está a la altura de su figura. Ser un Galán, entonces, es un desafío para Carlos Fernando, quien se centra en llegar a la alcaldía de Bogotá con el lema ‘Bogotá Camina Segura’.
Este plan, que no solo es una ruta de acción para mitigar problemáticas del hoy como el cambio climático, la inseguridad o la desigualdad, es la promesa de su visión de Bogotá como una capital global, atractiva y sostenible económica, social y ambientalmente para el año 2050. Para esa fecha Carlos Fernando tendrá 73 años, una visión de ciudad soñada no para él, incluso ni siquiera para sus hijas, sino para las generaciones venideras.
Por esto, el enfoque de nuestra conversación se centró en algunas de las acciones que llevará a cabo, de ser electo como Alcalde Mayor de Bogotá, para los jóvenes adultos, los adolescentes y los niños residentes en la ciudad.
Después de quedar de cuarto en 2011, con 284.989 votos, y haber perdido frente a Claudia López con un millón 22 mil votos en 2019 (la diferencia fue de menos de 100 mil votos), este es el tercer intento de Carlos Fernando Galán en su aspiración al que es considerado el segundo cargo más importante a nivel ejecutivo después del Presidente de la República. Liderando las encuestas de intención de voto, es inevitable apelar al lugar común: “¿la tercera será la vencida?“
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Directo Bogotá: ¿Cuál es la visión que plantea usted en el corto plazo, en caso de ser electo, para las nuevas generaciones en Bogotá?
Carlos Fernando Galán: Cuando hablamos de esa nueva ciudadanía en nuestro plan de gobierno, son los niños que hoy están recibiendo atención integral a primera infancia, los ciudadanos del quinto centenario de Bogotá en 2038.
La apuesta de nuestro gobierno es entender eso, eso se siembra en los próximos cuatro años, eso tendrá un impacto en 20 o 30 años, pero para nosotros es importante entender eso, que los procesos toman tiempo, que hay que ver qué está funcionando en Bogotá, qué no, cómo corregimos, pero teniendo ese norte de cómo logramos tener un impacto en el mediano y largo plazo en los jóvenes de Bogotá.
D.B.: ¿Y cómo se piensa dar dicha transformación?
C.F.G.: La apuesta nuestra es trabajar para que desde la educación entendamos cuál es esa ciudadanía que queremos tener. Una ciudadanía que sepa cómo debe entender a Bogotá, cómo debe entender su desarrollo, un sistema educativo que se modernice, que se adecúe a los nuevos retos que vamos a tener en la ciudad, una forma de relacionar el gobierno con la ciudadanía a partir de la tecnología. En los próximos 5 años, más o menos en Bogotá, se va a perder uno de cuatro empleos por cuenta de la inteligencia artificial.
Si sabemos preparar a esos nuevos ciudadanos del 2038 en esas capacidades que enfrenten eventualmente la transformación del sistema productivo de nuestra ciudad, vamos a preparar una ciudadanía distinta. Vamos a garantizar que puede aprovecharse la oportunidad que tiene, eventualmente, la inteligencia artificial y las nuevas herramientas tecnológicas.
D.B.: El tema central de esta elección parece ser la seguridad, según los debates. Usted ha dicho que se ha fallado al enfocarse en el eslabón más débil de la cadena criminal y no en la cabeza de estas organizaciones. Sin embargo, son jóvenes los que suelen emplearse en estos eslabones débiles, ¿cuál es la propuesta para atender este fenómeno?
C.F.G.: La política de seguridad debe tener componentes que van desde enfrentar la problemática con prevención hasta llegar a la judicialización, son diferentes etapas. Particularmente las bandas criminales que operan en Bogotá reclutan a poblaciones vulnerables, que tienen grandes dificultades por razones de que dejaron el colegio, por razones económicas, porque eventualmente son ¿migrantes que no han podido ser integrados de manera adecuada a la ciudad, y ahí es donde ellos encuentran personas que reclutan para que les ayuden a operar. Tenemos que llegar entes nosotros, eso no se hace dándoles plata para que no delincan como plantea el Gobierno Nacional. Yo creo que se hace más con oportunidades, vincularlos nuevamente al sistema educativo, demostrarles que el sistema educativo les va a construir un proyecto de vida, entonces para mí va a ser clave llegarles a esos jóvenes antes de que sean reclutados por bandas delincuenciales.
D.B.: Y mientras esa prevención da resultados, ¿cómo actuar con el resto de la cadena?
C.F.G.: Cuando yo digo que hay que atacar la cadena completa no es solamente atacar las cabezas sino ver cómo son los mercados ilegales. Por ejemplo, el celular que se roba una persona en Bogotá esa persona sabe exactamente dónde lo venden y cuánto pagan por él, ese celular hace parte de una cadena que llega incluso a ser exportado. Si solamente atacamos un eslabón no estamos logrando mucho, entonces, hay que atacarlo con la prevención, logrando que no puedan reclutar jóvenes, pero ya cuando están operando tenemos que atacarlo en todos los frentes para desarticularlos y no solamente un elemento.
D.B.: Usted propone un acompañamiento para evitar la deserción escolar, ¿cómo se dará eso?
C.F.G.: El sistema educativo hay que verlo como un proceso de aprendizaje, la educación hay que verla así, y ahí tenemos que atacar en varios niveles para que no se salgan y para que la educación sea pertinente. Tenemos trabajar con temas de salud mental, hay una problemática compleja de salud mental en los jóvenes que los llevan a desertar y eso es fundamental.
Por otra parte, yo prefiero acompañar con recursos económicos a quienes requieran un apoyo y atención especial para que permanezcan en el sistema educativo, no para que dejen de delinquir.
Estamos en una generación que muchas veces se salen del sistema educativo porque sienten que la educación que están recibiendo no les van a permitir realmente construir un proyecto de vida, no les va a permitir conseguir un empleo y se sale a trabajar en algo que no requiere formación y no construyen un proyecto de vida basado en ese proceso de aprendizaje, entonces a ellos hay que llegarles para hacer más pertinente la educación para hacer una articulación entre la educación media y la superior, sea universitaria, técnica o tecnológica.
D.B.: ¿Y cómo se consolidará esa articulación?
C.F.G.: Eso tiene que conectarse con un proceso que le ayude al joven a identificar aquello para lo cual él es bueno, qué vocación tiene, qué le gusta, qué le hace sentirse realizado y no obligarlo a decirle que la economía está pidiendo este tipo de personas sino ver cómo conectamos sus aspiraciones e inquietudes con lo que pueda llevarlo a construir un proyecto de empleo.
Tenemos jóvenes que quieren trabajar mucho en emprendimiento, esta generación quiere ser menos empleada que otras generaciones, es interesante pero es un reto también porque la mayoría de empresas mueren en los primeros años de vida, entonces hay que apoyarlos, tenemos una apuesta para acompañarlos en las localidades para que los jóvenes que quieran emprender tengan un apoyo en la ideación de ese emprendimiento en lo que es la creación del mismo, con apoyo técnico, cómo reciben un capital semilla y eso va conectado también a las manzanas del cuidado, mujeres jóvenes que quieran iniciar un proceso también las vamos a apoyar ahí.
D.B.: Aparte de la salud mental, que usted ya comentaba, un tema importante para los jóvenes es el del embarazo adolescente, ¿cómo enfrentar este fenómeno?
C.F.G.: Cuando una joven queda embarazada su vida cambia por completo, su trayectoria de vida va a cambiar por completo, se le van a cerrar muchas puertas, así funciona nuestra sociedad. Entonces tenemos que trabajar para reducir al máximo, en la medida de las posibilidades, el embarazo adolescente y no deseado, esa es la apuesta nuestra y eso es con educación sexual en los colegios y conectar a las familias y trabajar con herramientas que permitan realmente con comunicación a los jóvenes para que haya un diálogo que le permita desarrollar a los jóvenes su vida sexual con responsabilidad, con entendimiento, con comprensión e información y en eso vamos a trabajar fuertemente.
D.B.: Y en cuanto al aborto…
C.F.G.: Hay una decisión de la corte frente a la interrupción voluntaria del embarazo y Bogotá tiene que respetarla y tiene que garantizar que no haya barreras para que una mujer que decide interrumpir su embarazo en los tiempos que establece la corte lo pueda hacer, pero la meta nuestra va a ser trabajar para que esas mujeres tengan todo e acompañamiento que les permita tener toda la información necesaria y tomen la decisión a consciencia. Que no haya barreras si toman la decisión pero que también conozcan todas las alternativas que tienen y ahí vamos a trabajar también.
D.B.: ¿Por qué los jóvenes deberían votar por usted?
C.F.G.: La apuesta nuestra se estructura a partir de un conocimiento que tenemos de la ciudad. Yo llevo 16 años estudiando esta ciudad, conociéndola, caminándola y Bogotá necesita alguien que la conozca, que la entienda y que sepa qué hacer desde el primer momento. Nosotros desde el primer momento presentamos un equipo que entiende los retos por los cambios que ha tenido Bogotá, por las nuevas generaciones que ven y se conectan de otra forma con la ciudad. Tenemos que demostrar que Bogotá puede desarrollar todo su potencial y yo tengo ese compromiso y es apostarle a la diversidad, a lo que representa la ciudadanía en todos los frentes. Esa es la riqueza de Bogotá y estoy listo para ser su alcalde.