Derrotar el sedentarismo con los discos de los abuelos

Por: Santiago Cárdenas Arciniegas // Periodismo cultural

Antes de que existieran los gimnasios modernos y las apps deportivas, existían los entrenamientos en elepés. Podía hacerse ejercicio en la sala de la casa, sin pantallas y sin más que el sonido. En estos tiempos de pandemia, conozca sobre estas reliquias del deporte.

FOTO: Así eran las portadas de “Gimasia en su hogar”.

Si las clases de cardio por Zoom no le funcionan o si no ha dado todavía con una aplicación móvil que tenga los workouts que le gustan para entrenar desde la sala de su casa, no se preocupe, porque no ha agotado aún todas las opciones. Para mantenerse en forma en estos días de confinamiento puede seguir la rutina de ejercicio en casa que practicaban sus abuelos (y quizás también sus padres) hace unos 50 años. De golpe esta le ayuda a tonificarse y bajar de peso.

¿No tiene televisor en la sala? No hay ningún problema, pues no necesita uno. En cambio sí necesita una radiola o un tocadiscos: la clase es auditiva. El vinilo que le recomiendo para empezar se llama Gimnasia en su hogar con el profesor Vellanoeweth. El disco es de origen mexicano, pero entró en circulación en Colombia a comienzos de los años setenta.

En sentido estricto, sus abuelos no entrenaban en casa. Ellos hacían gimnasia. Para efectos prácticos, es lo mismo que entrenar y no tiene nada que ver con esa gimnasia que usted ha visto en los Juegos Olímpicos. Piense en ella como en un sinónimo extraño para workout, así como “autorretrato” es un sinónimo raro de selfie.

Como usted habrá notado, el culto al fitness tiene hoy un aire ligeramente masoquista y pretende trazar metas ambiciosas a corto plazo. La clase de gimnasia de sus abuelos, por fortuna, apunta en otra dirección. Olvídese por ahora de esa promesa desmedida de acabar con su cuerpo durante un entrenamiento y de no poder moverse al día siguiente por el dolor muscular.

La invitación del profesor Vellanoeweth es mucho más cortés y moderada, sin decir con ello que la clase no sea exigente. El vinilo comprende una buena variedad de ejercicios de abdomen, piernas, brazos y espalda, con un énfasis particular en habilidades de coordinación y flexibilidad. Todos los ejercicios duran alrededor de cuarenta minutos e involucran su peso corporal, de modo que no se necesitan mancuernas ni bandas elásticas.

En la contracarátula del disco hay una serie de dibujos pequeños. Se trata de ilustraciones de los 30 ejercicios que va a tener que realizar durante la clase, ¡así que présteles mucha atención! Allí mismo encontrará también algunos tips a tener en cuenta. Por ejemplo: “Practique su gimnasia una sola vez al día, en cualquier momento libre antes de los alimentos” o “Deberá usted tomar un baño de regadera al terminar”.

Y ojo porque la pinta para hacer gimnasia no es la que usted tiene en mente. Si es hombre, olvídese de las pantalonetas Adidas o Nike que lleva al gimnasio o de las camisetas Under Armour que le comprimen el abdomen. Necesitará una sudadera con una bota ancha y una camiseta de algodón (por lo general blanca) que vaya dentro de esta. Deje los tenis galácticos y acolchonados en el armario y saque un par de Converse (o Croydon) blancos. En el caso de las mujeres no sirven para la gimnasia ni los chicles ni los tops deportivos. Necesitarán una truza (o leotardo) negro y unas medias veladas, idealmente del mismo color. Con la truza se recomienda usar baletas, que pueden ser de color gris. El pelo lo deben tener recogido, y los aretes, bien sujetados.

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Durante su gimnasia escuchará ritmos de rancheras, pasodobles, marchas, porros y algunas melodías de Carmelita Molina en el piano, que lo motivarán a esforzarse en sus movimientos./B) El profesor impartirá instrucciones antes de cada ejercicio y también le ayudará a llevar el ritmo durante la clase: “Un, dos, tres, cuatro… Un, dos, tres, cuatro […] ¡Y aaaalto!”.

Tenga en cuenta que no puede pausar el disco ni adelantarse o retroceder; esto no es un CD. Es normal también que la clase se interrumpa en el ejercicio quince; cuando esto ocurra, lo único que debe hacer es darle una vuelta al disco para escuchar los ejercicios siguientes por el lado B. En su tocadiscos encontrará el botón de “speed”: con él el disco girará más rápido y la clase será más veloz. Aunque esa opción es poco recomendable, ya que la voz del profesor Vellanoeweth le será extraña y algunos de los acordes del piano de Carmelita se van a perder.

Si tiene alguna duda, se puede comunicar con dos números telefónicos de Bogotá que aparecen en la carátula del disco: el 17376 y el 17931. No siendo más, le deseo mucha suerte en su entrenamiento para derrotar el mal estado físico. ¡Ah!, y no olvide lo del baño de regadera al finalizar la clase.

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