Es común recorrer las calles de Bogotá y encontrar puestos llenos de artesanías: manillas, aretes, pulseras, collares, atrapasueños, entre otras. En este fotoreportaje resaltamos a las personas que están detrás de este trabajo.
A lo largo de la calle 11 del centro Bogotá, se encuentran un lugar famoso, donde muchos extranjeros van a comprar accesorios, billeteras artesanales, collares, aretes, entre otros. En este lugar se puede ver fácilmente cada “puesto”, que consiste en una tela extendida sobre el suelo con un montón de piedras e hilos encima.
Detrás de este ‘escenario’ que parece tan simple, en realidad posee un detrás de escena que remite a técnicas y aprendizajes que han pasado de generación en generación, como dijo Raúl, un vendedor, quien afirmó que las técnicas como el telar egipcio han estado presentes en toda su familia y ahora puede vivir “a punta del hilo y la paciencia”.
Así mismo, Raúl explicó cómo es el funcionamiento en esta calle con las artesanías, ya que está prohibido vender en espacios públicos; los vendedores ambulantes han logrado, con el tiempo, un tipo de “acuerdo” y horarios (con la policía) para estar en esta calle, ya que hay personas que han trabajando ahí desde hace más de 15 años. Es gracias a ellos que las artesanías colombianas siguen vigentes en nuestra cultura y atraen a locales tanto como a extranjeros.
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