Laura Viviana Jiménez Camargo
La librería ubicada en la carrera séptima con calle 46 es un lugar transgresor que cumplió 10 años el 5 de agosto. Su fundador y dueño, Marcos Sosa, nos compartió un poco del espíritu que habita entre esos estantes.
Las leyendas nacen entre el fuego; los héroes están hechos de fuego. Y lo que cargan consigo no puede quedarse atrás: La valija de fuego es el contenedor de las chispas que se fusionan y nacen de los libros. Una librería soñada, de esas que no solo se contenta con ofrecer libros a sus visitantes, sino que también los hace. Sí, esta librería tiene su propia editorial y su propia línea que va mucho más allá de lo contracultural y que se identifica con ideas libertarias, las cuales se sienten con solo asomarse a la vitrina de este lugar tan misterioso.
Esa libertad se siente con solo cruzar la puerta y dejar atrás la caótica carrera séptima: al entrar se encuentra uno con una explosión de colores que solo la diversidad de libros y calcomanías podrían dar y con un ambiente magnético gracias al rock y blues que no paran de sonar en su justo volumen; con una amplia elección de pines, libretas hechas a mano, camisetas, café, galletas, chocolates artesanales… Sí, todo eso en un lugar que no supera el tamaño de un garaje, pero que es capaz de sumergir al visitante en una contracultura hecha a punta de papel.
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Marco Sosa, el dueño, con 39 años, celebró los primeros 10 años de esta librería el pasado 5 de agosto. Lo que más disfruta de este lugar es que “se formó a sí mismo”, pero lo que más le cuesta es sostenerlo.
¿Por qué se llama así? Por un homenaje al autor Aldo Pellegrini y su poema homónimo que invita a destapar todas las inmundicias como alternativa de libertad. Esa libertad, esa irreverencia es la que lo hace autodenominarse a Marco como “saboteador de la cultura oficial”. Como ese Prometeo que robó el fuego a los dioses, Marco trae al mundo editorial esas páginas que se salen de los cánones e iluminan con otros pensamientos. En esta propuesta hay una gran selección de anarquismo, situacionismo, ciencia ficción y muchas escuelas que seguro usted no se encontrará en otras librerías. Lo que no conseguirá es Paulo Cohelo, ni best-sellers, ni la Biblia cristiana, nada de textos fascistas y demás.
Lo que se encontrará en cuanto a la editorial, ha funcionado con temáticas de todo tipo: fanzines, poesías, textos infantiles, punk y… lo más importante, según Marco: “Editar lo que nos dé la gana y formar un criterio y así ir construyendo un corpus”. Entre las sorpresas que se vienen estarán: Anarcosatanismo, de la Iglesia de Satanás Anarquista con su primera traducción al español, S.T.A.R., sobre la acción travesti callejera revolucionaria y otro libro sobre el punk en Medellín.
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En Valija de fuego se pueden conseguir hasta boletas para conciertos musicales alternativos; se hacen charlas, lanzamientos de libros, tertulias y todo lo que posibilite la explosión del pensamiento. Así como lucen las paredes de este templo de los libros, también se puede encontrar con un buen sofá y una travesía de lecturas desde las diez de la mañana hasta las siete de la noche. Si quiere atreverse a robar algo de fuego nuevo, lo único que tiene que hacer es entrar y tomar uno de esos libros raros, de editorial desconocida, o de segunda mano y acto seguido, volverse un Prometeo con su propia valija llena de libros de esta irreverente pero deliciosa librería.
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