Por: Diego Andrés Stacey // Periodismo cultural.
Con ayuda de Idartes, las bogotanas Spektra de la Rima y Ataque de Pánico se presentaron el sábado 15 de agosto en la plataforma virtual del anfiteatro La Media Torta. Con esta iniciativa, llamada “Idartes en casa”, las personas pueden disfrutar de varios eventos desde la comodidad de sus hogares.
Luces apagadas, cortinas abajo, celular en silencio. Un temporizador descuenta dos minutos. Crece la expectativa… y empieza el show. Nadie salta ni grita; yo me encuentro solo, en el estudio de mi casa, con el computador a todo volumen. Esto es lo más cercano a un concierto que viviré durante un largo tiempo debido al COVID-19, el mismo que nos ha obligado a una nueva realidad.
Cuando yo me planteaba la idea de “asistir” a un concierto virtual, la descartaba de inmediato. Sentía que con plataformas tan amplias como YouTube no tenía gracia ver a artistas que ni siquiera cantan en vivo. Aun así decidí sumergirme, con toda la actitud, en un evento auspiciado por Idartes llamado “Tortazo en línea de rap y metal”, transmitido por la plataforma virtual de La Media Torta. La rapera Carolina Sanabria, conocida en el mundo artístico como Spektra de la Rima, fue la primera en aparecer. Estaba en un lugar que parecía un estudio y la acompañaban los tres miembros de su banda; vestía una gorra blanca y una camiseta con una frase que decía, al estilo grafiti: “Hacer todo lo que uno ama hace que el alma viva”.
El espectáculo comenzó con una canción titulada “Chokolate”. Poco a poco, las letras y la interpretación de la rapera me fueron seduciendo hasta el punto de tener que obedecer: con cada grito de “manos arriba” yo hacía caso y levantaba mis brazos. Fue a eso de la tercera o cuarta canción que aparecieron unas bailarinas de breakdance, que, además de impresionarme con su baile, me hicieron preguntarme cómo hacían tantas personas para reunirse en días de confinamiento. En ese estudio que, según yo, no debía superar los 15 metros cuadrados había mínimo unas 10 personas (incluyendo a los artistas, la banda y el personal de logística).
Después del concierto, de esos 40 minutos de buen rap, pude hablar con Spektra, quien, con un tono de pesar y nostalgia, me dijo que hacían lo posible por mantener la distancia y por que todos aquellos detrás de cámaras usaran tapabocas. La artista, quien ya lleva más de 10 años en el mundo de la música, me reveló también que esa era su primera vez en un evento de este tipo. El año pasado se presentó en “Hip Hop al Parque”, uno de los encuentros más importantes del género en Bogotá, y, para ella, fue “uno de los pasos y objetivos cumplidos” a lo largo de su carrera.
Después fue el turno de Ataque de Pánico, una banda bogotana de metal conformada por tres mujeres. Con esta no conecté de la misma manera, pues siempre me han interesado más las melodías urbanas. No obstante, me impactó escuchar la voz de la vocalista y guitarrista de la banda, Johanna Sevillano; sobre todo aprecié su habilidad de alcanzar sonidos muy graves de un momento a otro.
Luego de seis canciones, también apareció Spektra en la pantalla. Y lo primero que pensé fue: “¿Cómo pretenden estas personas combinar géneros tan opuestos como lo son el rap y el metal?”. Sorprendentemente, funcionó. Ambas interpretaron una canción sobre el abuso que sufren las mujeres diariamente. “No somos parte del silencio”, cantaban, o, más bien, rugían, al ritmo de la batería que latía en mis oídos. Para Spektra lo importante no es el género musical, sino la creatividad. “La unión es la música”, exclamó con admiración por sus compañeras de escenario. Manifestó también que espera seguir trabajando con la banda y que está planeando una colaboración musical.
Mi primer concierto virtual tuvo lugar el 15 de agosto y duró casi una hora y cuarto. Y me sentí más que satisfecho. No fue solo un video de YouTube como imaginé en un principio. Fue, por el contrario, un espacio de buena música y energía. Está claro que no reemplazaría los conciertos en vivo y todo lo que estos conllevan, pero, por ahora, se trata de una alternativa que puede explotarse más y que posibilita eventos muy interesantes y cada vez más interactivos.
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