Andrés Felipe López: “La esencia de la salsa es su creación”

Por: Stefanny Arango Sánchez // Periodismo Cultural

Los secretos de la salsa de Guayacán los conoce Andrés Felipe López, un realizador audiovisual egresado de la Academia de Artes Escénicas y de la Fundación Lumière, de Bogotá. Este empezó como fotógrafo de la Orquesta y ahora organiza hasta cómo van a ser los conciertos visuales desde su computador.

FOTO: Felipe López

Con un recorrido profesional de 20 años, Andrés Felipe López ha tenido la oportunidad de trabajar en grandes proyectos, como los recordados programas de televisión Padres e hijos y Pandillas, guerra y paz. Además, hizo parte del equipo creador del video de la canción “Olvídala”, del Binomio de Oro, y, actualmente, tiene un programa de entretenimiento llamado Funbox. A través de una pantalla de computador, cuenta desde Cali cómo disfruta de un trabajo que todos los días le recuerda que la salsa corre por sus venas.

Directo Bogotá [DB]: ¿Cómo llegó a Guayacán Orquesta?

Andres Felipe López [A. F. L.]: Fue una casualidad de la vida. Hace tres años entré a Instagram y vi una publicación donde Guayacán confirmaba un evento privado en un hotel acá en Cali. Fue entonces cuando decidí escribirle al maestro Nino, compositor de la orquesta. Le pregunté si necesitaba a alguien que tomara fotos y videos del show. Me respondió que sí, que me esperaba al otro día en la dirección del evento. Mi emoción fue tan grande que entregué el material esa misma noche, y al día siguiente me volvieron a llamar. Fui a un concierto con ellos, y ese fin de semana estuve en toques en diferentes pueblos de Colombia. Cuando llegué de nuevo a Cali, recibí mi primer sueldo. Entonces se oficializó mi contrato.

DB: ¿Cuáles son sus labores en la agrupación?

A. F. L.: Soy el encargado de fotografiar y grabar los conciertos. Genero contenido para las redes sociales y, así mismo, me convertí en un tipo de administrador: hago pago de nóminas, reservas de hoteles o de vuelos. Hace un tiempo empecé a involucrarme más en la parte del show, con la pantalla y las luces. Al comienzo fue complicado porque yo no sabía operar las máquinas, pero con el tiempo fui aprendiendo. Ahora armo los conciertos visuales que se van a proyectar en tarima, desde mi computador.

DB: ¿Cuál ha sido su experiencia más gratificante?

A. F. L.: Mi primer viaje con la orquesta fue a Guayaquil (Ecuador). En ese viaje comprendí que nadie es profeta en su tierra. Cuando llegamos, la gente nos estaba esperando afuera en el aeropuerto, y nos escoltaron todo el camino hasta el hotel. Recuerdo que tocamos con Wisin y Yandel y con Wilfrido Vargas. Fue increíble, había 60 000 personas cantando salsa a todo pulmón. ¿Quién no se enamora de trabajar así?

Felipe trabajó en proyectos como Padres e hijos, Pandillas, guerra y paz y el video de “Olvídala” del Binomio de Oro.

DB: ¿Cómo han manejado el trabajo de la orquesta con el tema de la pandemia?

A. F. L.: El mundo del entretenimiento es de los primeros en cerrar y de los últimos en volver. Sabemos que aún falta tiempo para pisar las grandes tarimas y dar un show a los miles de espectadores. Sin embargo, hemos trabajado con conciertos virtuales y esperamos que con la reapertura de las carreteras podamos recorrer Colombia, así sea en bus. Creo que hay que llevar alegría a las familias y qué más bonito que hacerlo con la música. Esperamos poder compartir con el público, ya sea en el parque de las veredas o de los municipios.

DB: ¿Cómo cree que se mantiene un género musical como la salsa a través de los años?

A. F. L.: La esencia de la salsa es su creación. La salsa no es efímera [y] necesita de un proceso minucioso, donde hay que grabar las trompetas, las percusiones [y] las voces, y hay que mezclar de una manera diferente. Y en vivo es un trabajo compacto único. Además, son temas que perduran por su letra. Yo digo: ¿en qué estaba pensando el maestro Nino cuando comparó el amor con un carro de fuego? Pero escuchas la canción y es completamente romántica y dolorosa. Son letras tan profundas que te erizan la piel.

DB: ¿Qué papel cumple la danza en un show de Guayacán?

A. F. L.: La escenografía lo es todo. Y la coreografía es muy importante porque va dependiendo de la música; hay pasos muy sensuales y subidos de tono que provocan histeria en los espectadores. Puedo decir que la salsa está en el ADN del caleño. Desde muy niño aprendí a bailar solo para acercarme a una mujer que me gustaba; desde entonces entendí que la salsa y la danza son fuente de enamoramiento.

DB: ¿Qué consejo le daría a alguien que quiere incursionar en la industria musical?

A. F. L.: No hace falta solo talento. Necesitas aprender a hacer relaciones públicas; tienes que tener presupuesto y lo más importante: hacer música para el público, no para ti mismo. Hay que componer y producir para conquistar a los espectadores, con letras que tengan contenido de valor y una razón de ser.

La salsa me puso en jaque, pero no en mate

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Es un proyecto de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Pontificia Universidad Javeriana, dedicado al periodismo digital, la producción audiovisual y las narrativas interactivas y transmedia