Directo Bogotá habló con el candidato a la alcaldía Rodrigo Lara sobre sus propuestas en temas de salud, empleo, educación y temas sociales que afectan a la juventud de la ciudad. “La juventud es idealista, incluso cuando se equivoca: juventud del rebelde, que protesta contra el mundo”, dice el candidato.
Por Julián Camilo Ramírez Triana
Fotografías: Natalia Rico Medina
Rodrigo Lara Restrepo compite en las elecciones del próximo del 29 de octubre para ocupar el cargo de alcalde de Bogotá. Lo entrevistamos en su casa, ubicada en el barrio Chicó Norte. Allí reside con su familia: su esposa, la abogada María José Valenzuela, sus dos hijos, y Soxxo, un caniche color café. Para Lara Restrepo, es imposible separar su vida personal de sus asuntos políticos, al menos en tiempos de campaña: “Toda tu mente, todo tu corazón, toda tu fuerza y todo tu espíritu está volcado en esa competencia democrática. Es la lucha por el poder, la más recia, la más difícil”, explica.
El candidato es profesional en derecho de la Universidad Externado de Colombia y tiene una maestría de la Escuela Nacional de Administración (ENA) de Francia. Sus primeros años de educación básica los estudió en el Liceo Frances. Su vida sufrió un quiebre en abril de 1984, cuando el Cartel de Medellín asesinaron a su padre, Rodrigo Lara Bonilla, quien por entonces era ministro de Justicia. Por temas de seguridad, la familia se vio obligada a dejar el país. Hoy Lara asegura que, en el corto tiempo que convivió con su padre, él le dejo un legado: la vocación de servir a el país: “El recuerdo de mi padre recorre el alma. En cuanto usted pierde a un ser querido, físicamente ya no está presente, pero su presencia en su interior es mucho más fuerte”.
Durante su juventud viviendo en Europa, Rodrigo Lara desarrolló un gusto por la sociología mediante la obra de Alfredo Molano que, para él, le permitió conectarse con la realidad del país desde el extranjero. Cuando regresó a Colombia, decidió entrar a estudiar Sociología a la Universidad Nacional, pero se retiró al poco tiempo, por la misma razón de que es político y no profesor: “Tengo una personalidad que de pronto no se adapta bien a esa vida contemplativa de la academia … dominar lo predecible, entender el caos, racionalizarlo -emocionado-, anticipar es algo que a mí me gusta. Y eso es algo que hago en el ejercicio político”.
En la vida política, Lara Restrepo ha tenido amplió recorrido. En 2006, se postuló por primera vez al Senado de la República con el partido Cambio Radical, curul que ocupó en el 2007, cuando otro Senador del partido renunció. En 2014 fue elegido Representante a la Cámara por Bogotá y llegó a la comisión primera. Allí lideró proyectos como la Ley de Donación de Órganos y la implementación de los acuerdos de paz con las FARC.
En 2018 volvió a ocupar una curul en el Senado, encabezando la lista de Cambio Radical. Esta es la primera vez que se lanza a la contienda por la alcaldía de Bogotá. Con el movimiento Amplio de Renovación Avanzada, recogió 212 mil firmas radicadas en la Registraduría.
El candidato sigue teniendo un intenso gusto por la sociología y la lectura, pero eso está en pausa: “No, en campaña no se lee nada. Tengo un libro sobre la nueva guerra fría, entre China y Estados Unidos del profesor francés Pierre Groesser. Llego por la noche y creo que alcanzo a leer una página, porque llego a dormir inmediatamente”. El candidato también tiene un gusto particular por los pianistas del romanticismo, en especial por Serguéi Rajmáninov. Solía ir al teatro Roberto Arias o al Julio Mario Santo Domingo a escuchar conciertos, en su mayoría de piano o música clásica, pero ahora asegura: “Yo tengo niños chiquitos, de cuatro y de siete. Entonces, eso te absorbe con tus gustos, te somete básicamente a la vida de ellos, a su crianza”.
Para él ser joven es: “Una fuerza muy grande en el interior de una persona, y sobre todo, el sentimiento de que no tienes límite, de que puedes tragarte el mundo si lo deseas. La juventud es idealista, incluso cuando se equivoca. La juventud del rebelde, que protesta contra el mundo”.
Según la Secretaría de Salud, en el año 2022 se presentaron 24.615 casos de ideación suicida, la mayoría en población adolescente: ¿Qué políticas va a implementar usted frente a la salud mental de los jóvenes?
Puedes distribuir medicamentos, incluso ansiolíticos, que permitan a la gente dominar o, por lo menos, controlar parcialmente sus depresiones. Pero, en mi opinión, lo que ocurre es que aquí hay un número muy alto de jóvenes que ni estudian ni trabajan. Un joven que no estudia ni trabaja se le arrebata la dignidad. La dignidad deriva de tener y de desarrollar una identidad propia, que, como joven, la desarrolla en los ámbitos como estudiante o como trabajador.
Ya que el muchacho no estudia ni trabaja, es un muchacho que pierde su identidad; entonces ese muchacho siente que no existe. Es un ser excluido, y el que es excluido se siente humillado. Entonces, al ser excluido y humillado, cae en una profunda depresión. Si tú estás en la depresión, puedes caer en diferentes peligros: la alineación, drogas peligrosas, puedes caer en el suicidio o puedes revelarte, luchar por tu ser, por tu yo, por existir, por una identidad. Y encuentras el potencial, por mal camino que sea; por ejemplo, todos esos muchachos que integran pandillas, grupos delincuenciales organizados, incluso sicarios son muchachos que encontraron una identidad en esa organización. Muchachos que no quisieron aceptar el mundo que les tocó vivir, que salían de esa humillación y esa exclusión mediante esa identidad que les ofrece el fúsil. Esos son los riesgos que enfrenta los jóvenes.
De acuerdo con el DANE de 1.868.380 de jóvenes en Bogotá, el 31% no ha accedido a educación ni empleo formal, ¿cuáles son las políticas que garantizaran que los jóvenes tengan acceso a empleo?
La idea es implementar un programa de empleo público, que necesita todo tipo de actividades para el bienestar de la sociedad, en este caso va a ir dirigido a los jóvenes desde los 18 hasta los 25 años. Entonces, se puede desarrollar una economía de cuidado con muchachos, capacitándolos debidamente. Segundo, aquí hay mucha obra pública que termina en manos de unos contratistas muy cuestionables. Se puede formar a los muchachos para que monten una empresa, por ejemplo, de obras de ingeniería civil. Un muchacho a quien el programa de empleo lo sostiene hasta los 25 años aprendió a trabajar y tiene un ingreso. Después, ya el verá qué hace, porque a los 25 se acaba el programa de empleo público. Él vera si ahorró para estudiar, si montó su negocio. Y son programas de empleo público. Hay que llevar cultura a las diferentes comunidades, hay que llevar bibliotecas rodantes, hay que llevar cine al parque, hay que llevar programas de formación, por ejemplo, en un contenido incluso audiovisual, hay muchachos que sueñan con ser influenciadores.
Y descubrir el talento de cada joven. Y hay otro programa que busca subsidiar la inversión de empleo a la altura de 60 mil cupos al año, en los comercios populares y en los pequeños comercios, que es donde trabajan la mayoría de los jóvenes, pero no los formalizan. Yo quiero que los formalicen y subsidiar una parte que ayude en ese proceso.
Usted hace poco fue tendencia en redes porque propuso crear una facultad de influencers en la Universidad Distrital: ¿A qué se refería?
La facultad es básicamente un conjunto de programas que se van a llevar a los muchachos en las localidades, para que aprendan a editar contenidos audiovisuales, que sepan montar sus videos. Si piden eso se los damos, eso los llena, los hacen felices. Pero la vocación de la Universidad Distrital es, esencialmente, fomentar las ciencias exactas: las ingenierías, las matemáticas, la química, la física. Porque es la que permite desarrollar una ciencia básica e investigar. Y tenemos que adjuntar esa ciencia básica con el desarrollo de productos industriales tecnológicos que demande, por ejemplo, la administración distrital. Tengo una política muy ambiciosa en materia de seguridad, con tecnología claves. Eso indica una adquisición pública. Yo creo que hay que hacer lo que llaman los suecos un esquema de triple hélice, donde participan universidades, industria y Estado para desarrollar ciencia y tecnología aplicada a productos industriales.
De acuerdo con la Secretaría de Salud el 7.4 % de adolescentes de 12 a 17 años en Bogotá hacen uso de sustancias ilícitas ¿Qué hará frente a esto?
Voy a ser muy severo. Porque un muchacho, antes de los 18 años, no tiene el discernimiento suficiente para saber o enfrentar los peligros de una droga. No sabe qué droga es muy peligrosa, cuál es menos peligrosa y qué efectos produce en su organismo. La idea de educar a un niño es, justamente, que pueda desarrollar su propio criterio frente a la vida. Un muchachito de doce no tiene el conocimiento y puede terminar causando estragos físicos, psíquicos, emocionales devastadores para él y su familia. Entonces, todo lo que sea excluir y sacar al muchacho de la droga lo voy a aplicar con extrema seriedad. Por eso prohíbo el porte, incluso de la dosis mínima, en los entornos de los colegios y en los parques. Que el adulto pueda gozar libremente de su derecho al consumo de la dosis mínima, pero que a su vez sea regulado.
El distrito afirma que 8 de cada 10 mujeres que viven en la ciudad han sido victimas de acoso o abuso sexual en algún momento: ¿Qué hará para disminuir estos casos?
Extrema severidad. No tolero la violencia contra la mujer. El hombre que violenta una mujer es despreciable, es un cobarde. Eso debe ser severamente castigado. Para eso yo tengo una idea que consiste en formar y financiar la formación de más mujeres policías. Hay herramientas técnicas que ayudan en estos casos como la línea púrpura. Pero yo creo que quien, en última instancia, recibe la denuncia es la Policía.
Las mujeres policías, según estudios en diferentes universidades, son mucho más idóneas para atender casos de violencia contra la mujer, porque inspira mucha más confianza en la mujer para denunciar. Entonces, yo creo que esa va a ser una política muy ambiciosa e interesante. Y yo quiero conformar frentes de seguridad en todas las calles de Bogotá, todos esos frentes van a estar dotados de tecnología. Básicamente es una aplicación y allí vamos a tener un apartado específico para que las mujeres puedan tener un canal directo denunciando el maltrato, que en muchos casos ocurre en sus propias casas.
¿Habrá subsidio en la tarifa del transporte público para los estudiantes?
El tema del transporte público es el tema más delicado está ciudad. Tiene que haber subsidio para jóvenes y subsidio para adultos mayores. El problema que enfrenta esta alcaldía y la próxima con el déficit que produce el anacrónico y grotesco sistema de transporte público, basado en buses y autopistas para buses es gigantesco. El problema que tenemos nosotros en Bogotá y lo que no nos ha permitido subsidiar la tarifa, que es horriblemente cara para lo que gana un ciudadano promedio, es el tremendo costo de operación del sistema de buses. Esa es la gran tragedia: el gran problema de Bogotá.
Rodrigo, por último, ¿por qué los jóvenes deberían votar por usted?
Yo he recolectado 214 mil firmas, he visto un proceso cívico y ciudadano. Estamos enfrentando en últimas a dos maquinarias, la maquinaria de Claudia López, que quiere perpetuarse a través de su candidato Galán, y la maquinaria de Bolívar, de Petro. Son maquinarias que representan la vieja Bogotá, la Bogotá que ha fracasado, la Bogotá totalmente insegura, la Bogotá de los abusos y las arbitrariedades, la Bogotá del sistema de transporte público fracasado de buses. Yo tengo un programa de gobierno que representa dejar atrás esos paradigmas para el pasado. Tener muy en cuenta la situación de gran magnitud en que se encuentra la ciudad. La mayoría necesita trabajo, necesita empleo y acceso a educación. Y eso es lo que yo propongo con el empleo público. Una nueva ciudad segura, donde se combate el crimen. Por eso yo invito a la gente que me acompañe con su voto este 29 de octubre.