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Natalia Rivero Gómez
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Odio escribir
Natalia Rivero hace una reflexión sobre lo que para ella es escribir; un sentimiento compartido por Leguin, Joyce, Sartre y Parker.
FOTO: Natalia Rivero.
Ursula Leguin, una escritora norteamericana de ciencia ficción y fantasía, dijo una vez que escribir es una actividad solitaria, que el único ruido que hace es el de los quejidos. Hay días, como hoy, donde también me acojo en Joyce. Para él, escribir es la más ingeniosa de las torturas, diseñada para castigar los pecados cometidos en vidas anteriores. La escritura es a veces un acto tan doloroso que parece exprimir el alma en letras.
En ocasiones exprimo tanto lo que llevo dentro, que imagino las hojas de mi libreta salpicadas con gotas de un carmín encendido. Imagino también que el esfero tiene rastros de sangre, son mis huellas que quedaron marcadas. Luego veo que por las hojas de la libreta sale una gotita roja que empieza a bajar por mi cama dejando un hilo rojo como estela, llega el suelo y sigue su camino en línea recta hacia las paredes blancas de mi cuarto. Las recorre y a medida que voy escribiendo, avanza.
Se cuela por debajo de mi puerta y sigue su trayecto por todas las paredes del apartamento. Todas las paredes tienen caminitos rojos. Poco a poco, mientras escribo, los rastros rojizos empiezan a convertirse en hilos de lana que lo han enredado todo. Dentro del apartamento hay una gran telaraña de lana color carmín. Hay que caminar cuidando de no enredarse la cabeza y levantar los pies para no tropezar con los hilos templados que están cerca al suelo.
Ahora que dejé de escribir, veo que ese mismo hilo me ha tejido por dentro la nada que se me estaba abriendo. Sartre decía “resisto ante la nada que ni yo mismo soy”, y cuando se escribe, esa nada que somos se puede convertir en palabras, en hilos.
Definitivamente odio escribir porque es tortuoso, como lo mostraba Joyce. Escribir es casi como autoinfligirse dolor, pero para curarse; para tejerse por dentro de nuevo, en mi caso. Ya lo dijo Dorothy Parker, definitivamente “odio escribir, pero amo haber escrito”.
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