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Tres influenciadores de la buena cocina
Por: Sophia Castro y Santiago Gómez Cubillos // Revista impresa
En redes sociales también puede enseñarse a cocinar. Algunos se enfocan en recetas de gran complejidad, y otros se dedican a instruir a su público en lo básico. Santiago Restrepo Klinge, Tulio Zuluaga y Ana Belén Charry son tres influenciadores gastronómicos que transmiten su conocimiento a través de la pantalla.
La esencia detrás de las trufas
Leche condensada, cacao en polvo y una refractaria son lo único que se necesita para hacer una trufa. Ese postre pequeño, redondo y con cobertura de chocolate, cuya preparación no tarda más de 30 minutos, le ha proporcionado a Santiago Restrepo Klinge una marca sobre la cual construir su plataforma. Se hace llamar El de las Trufas, y actualmente su canal tiene 461 000 suscriptores en YouTube; allí enseña a cocinar “recetas rápidas, fáciles y deliciosas, con ingredientes comunes”.
El de las Trufas estudió gastronomía en la Academia Verde Oliva, y después comenzó a estudiar Lenguas Modernas en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Fue en el campus donde empezó a vender las trufas que lo volvieron famoso y auspiciaron su particular apodo. “Me di cuenta de que las personas son más dulceras que saleras. Y estos dulces pueden guardarse fácilmente en la nevera y durar hasta una semana. Además, son económicos, fáciles de portar y se conservan”, afirma.
Con ganas de querer llegar a más gente, Santiago empezó a publicar memes en la página Clasificados Javeriana, en Facebook, y así más personas lograron llegar a su producto. “Eso cogió mucha fuerza y las personas empezaron a conocerme como El de las Trufas. Ya no tenía que moverme por la universidad, sino que les decía «vengan aquí y compren». Y ahí llegaban todos”. Sin embargo, quería hacer algo más con el conocimiento que tenía en gastronomía, por lo que decidió abrir un canal en su plataforma preferida: YouTube.
“Básicamente, quería hacer uso del conocimiento de cocina que tenía y aplicarlo de una manera distinta a trabajar en un restaurante o un hotel. Además, hace bastante tiempo he querido trabajar en YouTube porque crear contenido se me hace superchévere, sobre todo si se ve desde el lado de la educación”. Comenzó con videos cortos y sencillos que pudieran ser útiles a muchas personas; en ellos también enseñaba a hacer recetas sin incluir ciertos ingredientes o con utensilios de cocina difíciles de adquirir. También hizo uso de otras redes sociales, como Twitter, Instagram y Facebook, para dar más visibilidad a su canal.
La falta de implementos en la cocina no impide que alguien cocine una de sus recetas en casa. Por ejemplo, para hacer unos rollos de canela no se necesita un horno, pues a Santiago le bastará con una sartén. Si no se consigue azúcar pulverizada, recomienda poner azúcar normal en la licuadora, y si no hay un rodillo disponible para estirar la masa, una botella vacía funciona perfectamente; incluso un poco de papel de aluminio puede ser un buen sustituto de una tapa de sartén. “La filosofía del canal es enseñar las recetas de una manera simple, sin la prepotencia que puede llegar a tener un chef que, sin cierto ingrediente o instrumento de cocina, no hace ninguna receta. La idea es hacer una cocina accesible para todo el mundo, con ingredientes sencillos”.
Su canal fue creciendo lentamente hasta que pudo monetizarlo por la cantidad de visualizaciones en sus videos. Pero realmente fue la llegada de la pandemia la que catapultó su número de suscriptores al actual. “Antes ya tenía un poco de fuerza, eran alrededor de 50 000 seguidores, pero apenas empezó la pandemia en Colombia, los seguidores aumentaron debido a que la gente estaba cocinando más en la casa”.
Cuando Santiago empezó su canal, no pensaba vivir de eso; creía que al graduarse de la licenciatura iba a ser profesor, traductor o especialista en algún tema relacionado con la carrera. Hoy se dedica tiempo completo a crear contenido de cocina para YouTube, aunque dice que su crecimiento no se debe únicamente al trabajo que ha hecho, pues “son cuestiones del azar”, dice. Suelta una sonrisa y explica: “Triunfar en YouTube no tiene una fórmula, sino que se trata de la constancia, el azar y las ganas”.
Desde que empezó el canal quiso enseñar recetas para todo el mundo, tanto las más fáciles como las más complicadas. “Las más fáciles son los churros, porque es mezclar agua y harina, y casualmente es la más vista en el canal. La más difícil es la arepa de huevo”, afirma. Santiago ya se graduó y ya no vende trufas, pero en el futuro quiere emprender otra vez ese negocio y hacer su propia marca y empaque. Por ahora, continuará grabando videos de YouTube que le demuestren a la gente que no debe tenerle miedo a la cocina.
Aprender con trucos: la técnica de Tulio Recomienda
Frente a la pantalla, solo puede imaginarse el aroma de la plaza de Bazurto, en Cartagena. Tulio Zuloaga camina por los pasillos mientras graba las ollas profundas con cazuela de mariscos, bocachico frito, arroz de cangrejo, mojarra con patacón y miles de platos más que inundan la vista. Allá no usan tapas para las ollas; las mujeres de la plaza dicen que las bolsas plásticas conservan mejor el sabor de la comida. Tulio explora y, aunque su trabajo como influenciador gastronómico le ha permitido viajar por todo el mundo probando restaurantes de mantel blanco y meseros de corbatín, dice que esta es una de sus experiencias más memorables.
Tulio se ha convertido en un referente gastronómico gracias a su trabajo en redes sociales. Antes de la pandemia era conocido por sus recomendaciones de restaurantes de toda Colombia y la organización de eventos como Burger Master. Ahora, promueve la cocina fácil y rápida desde su cuenta de Instagram, para todos aquellos que nunca se han atrevido a coger una sartén en su vida.
Sin embargo, él no empezó su carrera en la cocina, sino en el escenario. Cuando el pelo todavía le rozaba los hombros, cantaba “La cachucha bacana” al son de un acordeón potente y pensaba que su futuro estaría en la música. En 1998 aceptó trabajar en Gastrosophía, su primer programa de televisión sobre cocina. “Ahí descubrí que podía entrar con mucha fuerza alrededor del tema gastronómico, así que me metí a estudiar en la Mariano Moreno y me hice especialista en gastronomía colombiana del SENA”, cuenta. Además, desde muy joven tomó cursos de comida asiática y vegetariana, por lo que su relación con la cocina siempre había sido bastante estrecha.
Fue entonces cuando se formaron las bases de lo que hoy es una plataforma con más de 1 millón de seguidores en Instagram y 272 000 suscriptores en YouTube. “Todo el mundo sabía que yo estaba muy metido en el tema de los restaurantes, entonces siempre me preguntaban: «¿Tú adónde me recomiendas ir a comer?, ¿qué has descubierto nuevo?». Fue así como, después de un proceso, nació Tulio Recomienda”.