Por: Luziana Villarraga // Noticia

Después de haber desistido de sus aspiraciones presidenciales hace dos años, el político paisa ha regresado con deseos renovados de llegar a la Casa de Nariño. El precandidato habló con Directo Bogotá sobre su regreso a las elecciones y otros temas importantes para él, como la educación y la juventud.

Llegar a la Presidencia de la República en 2022 es la aspiración de Sergio Fajardo, matemático, profesor, exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia. Hace dos años también compitió por la regencia de la Casa de Nariño; sin embargo, los 4.6 millones de votos que obtuvo no le alcanzaron para la segunda vuelta. Esta vez Fajardo está seguro de que las próximas elecciones serán diferentes y confía en que pueda escribir un futuro distinto para Colombia: “Hacer de la educación el eje de la transformación de la sociedad será un aspecto central donde quiera que esté”.

Directo Bogotá [DB]: Usted está en el segundo lugar en las encuestas de intención de voto de las próximas elecciones presidenciales. ¿A qué cree que se deba esto?

Sergio Fajardo [S. F.]: Las encuestas reflejan trayectoria y posicionamiento. Tengo bastante experiencia participando en la política y hay que reconocer que eso es difícil de conseguir. La mayor riqueza que puede tener un político es la confianza, una construcción que va paso por paso y que es resultado de la coherencia y de la consistencia durante un tiempo. Probablemente los resultados de la encuesta estén asociados con esa virtud o ese comportamiento que se ha venido dando desde hace varios años.

DB: ¿Qué quisiera cambiar de esta campaña con respecto a la anterior?

S. F.: No estoy en campaña. La próxima elección para presidente será en mayo de 2022, y en Colombia pareciera que no hubiera pandemia. Estamos hablando de políticos en vez de concentrarnos en que hay un 16 % de desempleo (y que en los jóvenes es del 30 %). Las brechas profundas de desigualdad en la educación se han intensificado con la virtualidad. Estamos en medio de una temporada invernal que ha afectado a muchas poblaciones. Además, continúan las masacres. Eso es lo que más me preocupa. Estas campañas serán distintas, pero todavía falta tiempo

DB: Después de perder las elecciones en 2018, usted dijo que no volvería a ser candidato a la Presidencia, y que quería dedicarse a ser rector universitario. ¿Qué lo hizo cambiar de opinión?

S. F.: Como candidato de la Coalición Colombia hice una reflexión sobre la responsabilidad que tenía con el país, con las personas que trabajaron conmigo todos estos años y con los que votaron por mí. Gracias a eso supe que no me podía ir de la política y despedir a la gente. Sentí ese peso y dije que tenía que seguir trabajando por todas esas personas que están a mi lado y cooperan para que este progreso se dé y podamos aportarle al país.

DB: ¿Su apuesta sigue siendo la educación?

S. F.: Donde yo esté, la educación, el conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación serán fundamentales. Ese es mi proyecto de vida, y por eso entré a la política. Hacer de la educación el eje de la transformación de la sociedad será un aspecto central donde quiera que esté, por una convicción muy profunda acerca de lo que significan estos campos para la transformación del país.

Ahora tenemos problemas con el empleo, sobre todo en los jóvenes. Tratar ese tema es clave porque la educación debe verse como una herramienta central. Es un proyecto importante para que no sea una generación donde prime la desesperanza y la frustración, sino que miremos al desarrollo productivo de nuestro país para avanzar. Estoy aquí por la educación.

DB: ¿Qué es lo mejor que le ha dicho un estudiante?

S. F.: Recuerdo que estábamos en el parque Los Ocarrios, en Villavicencio, y estaba explicando en campaña (siempre me la paso explicando), pero es porque soy profesor, es lo que hago. Una mujer se me acercó y me dijo que era un placer escucharme, verme y entenderme. O de repente llegaba un grupo que trabajaba en algún tema administrativo, y uno de ellos se me acercaba a decirme que había sido mi alumno y que gracias a mí estaban ahí. Soy feliz con eso, me conmueve el corazón.

DB: ¿Cuál es el principal reto para llegar a la Casa de Nariño?

S. F.: Nuestro país está en una situación muy complicada, y en términos políticos hay una gigantesca polarización. La persona que es diferente, un líder, se convierte en enemigo y a continuación lo quieren eliminar. Esa es una ideología de guerra, donde priman la rabia, el deseo de venganza y todo lo que sirva para descartar al diferente. La polarización es la violencia en la política.

Tenemos que avanzar en la construcción de la paz y superar la violencia para llegar a una sociedad que le apueste a la inteligencia y a la capacidad de progreso; una que construya y no destruya. No es un reto solo para mí, sino para Colombia. Me gusta decir que vamos a pasar esa página, para escribir otra en donde el primer punto sea el pacto nacional por la educación y la lucha contra la desigualdad y la pobreza.

Por el carril del fondo: el perfil de Claudia López

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