• Stefanny Arango Sánchez -

'La valentía no es el impulso para tomar una buena decisión'


Directo Bogotá habló con Francisco Sanclemente, deportista colombiano y ganador de 'Valientes 2017', acerca del crecimiento personal, liderazgo y el lanzamiento de su libro 'El camino de un valiente'.

Francisco Sanclemente, en la Feria del libro 2018, firmando autógrafos de su libro que fue publicado el 15 de Abril del presente año. // Fotografía tomada por: Stefanny Arango

Francisco Sanclemente es un deportista colombiano que, a causa de una mielitis (inflamación de la médula espinal) perdió la movilidad de sus piernas a sus 18 años y tuvo que dejar su carrera como futbolista.

A pesar de las adversidades, Sanclemente se convirtió en uno de los mejores atletas paralímpicos del país. "La vida está llena de momentos difíciles donde debemos decidir si rendirnos o luchar", afirmó el deportista en una entrevista con Directo Bogotá.

El colombiano de 30 años ha obtenido los primeros puestos en competencias nacionales e internacionales y fue el ganador del programa ‘Valientes 2017’ del canal RCN. Sanclemente creó la Fundación 'Ser Inspiración', donde busca motivar y cautivar a personas que estén pasando dificultades. Hoy en día es un ejemplo de determinación y perseverancia.

Directo Bogotá (D. B.): ¿Qué lo inspiró a escribir su libro?

Francisco Sanclemente (F.S.): Lo que me inspiró a escribir este libro fue que después de cada carrera ocurren cosas extraordinarias que hacen parte de la misma dinámica del deporte, como las caídas, los tropezones, las carreteras largas, las subidas y las bajadas.

Gracias a eso empecé hablar de las carreras, de los caminos para llegar a la meta. Y fue así como convertí ese camino en mi vida. Por eso también escribí de mi niñez, del sendero que recorrí, con quién lo hice y qué situaciones tuve que vivir para cumplir mis metas. En definitiva, lo que me movilizó a publicar este libro es poder dejar huella.

D.B.: ¿Cómo fue el proceso para escribirlo?

F.S.: Yo ya había empezado a dar conferencias, a hablar de mi vida, a compartir mi historia y cada carrera escribía una anécdota relacionada con eso, hasta que un día me dije a mi mismo ¿Por qué no escribir un libro? De esta forma, podía mostrar esos detalles que no salen en los medios de comunicación, que no aparecen en las entrevistas o no se pueden contar en un vídeo de un minuto. Fue así como inicié contando todas esas confidencias de mi abuela, de mi mamá, de lo que me enseñaron, de lo que me transmitían y de lo que me convierte en lo que soy.

Sin embargo, resulta que yo escribía y escribía y no sabía qué hacer, no sabía cómo hilar la historia, hasta que el año pasado decidí conseguir un editor que me ayudara y asesorara para sacar el libro adelante. Fue así como intensificamos la escritura hasta que se formó el libro El camino de un valiente.

D.B.: ¿Cuál es el contenido del libro?

F.S.: El libro contiene anécdotas de mi vida, el camino que he recorrido y cómo esto me volvió valiente, pues yo pienso que la valentía no es una meta, un lugar, una etiqueta o un estatus, para mí es un camino que construimos día a día. El libro cuenta cómo a través de esas circunstancias de la vida uno se hace valiente, escuchando, agradeciendo, valorando, intentando y progresando.

La valentía no es el impulso para tomar una buena decisión, es la templanza para sostener esas buenas decisiones, aún cuando las cosas no van bien, porque la vida está llena de momentos duros donde decidimos si rendirnos o luchar y esos momentos son pequeños actos valientes.

D.B.:¿El libro está dirigido a un público en especial?

F.S.: No, es un libro general. Es una historia familiar donde lo que tú ves en el libro lo puedes aplicar tu vida personal o laboral, ya que todos estamos enfrentando constantemente diferentes momentos que son los que forman nuestro camino, sea estudiando, practicando un deporte o trabajando.

D.B.: ¿Qué recibimiento ha tenido este libro?

F.S.: En estos 15 días de su publicación ha tenido mucha aceptación, ya que tiene un lenguaje muy cercano y sencillo de entender, por lo tanto, lo puede leer desde un pequeño de ocho años hasta el adulto más preparado, así mismo al ser una historia tan familiar genera mucha empatía, el niño con sus guayos, sus medias, su abuela, los mandados.

La anécdota de cómo cambia mi vida y cómo dejo de mover mis piernas y jugar fútbol para pasar a correr con mis manos en maratones en todo el mundo, también causa muchos sentimientos en los lectores. En conclusión, son cambios que aunque pasan en diferentes circunstancias y situaciones todas las familias los viven.

D.B.: ¿Cómo fue el proceso de pasar de practicar un deporte con sus piernas a hacerlo con sus manos?

F.S.: Ahorita yo lo cuento de una manera muy espontánea. Pero, si yo me remito a ese momento fue terriblemente difícil. Yo recuerdo lo que pensaba en ese entonces, cuando tenía 18 años, y mi vida se me había vuelto escombros.

En un principio eso era lo que yo sentía. Afortunadamente, después caí en cuenta de ver y valorar los pequeños detalles, que de hecho cuento en el libro, y así empecé a escuchar a mi abuela y a mi mamá decirme: "Mijo, a usted se le dañaron las piernas, pero no las manos" e inicié a reunir esos escombros para reconstruir mi vida y convertirme en el Francisco que soy hoy en día.

D.B.: ¿Qué significó para usted ser el primer colombiano en silla de ruedas en terminar el triatlón Ironman?

F.S.: Para mí esa competencia del Ironman fue muy importante vivirla para poder terminar el libro, porque nunca había enfrentado una competencia tan larga, una carrera donde empiezas a las 6 a. m. y terminas a las 3 p. m., con un clima increíble en la ciudad de Cartagena, donde te acercas al viento, al sol, a los límites, a las situaciones, a las alturas, al dolor y al cansancio del cuerpo.