Por: Esteban Mora Mejía // Fotoperiodismo
Las zonas más famosas de Bogotá, donde abundan los restaurantes, las tiendas y los parques, vuelven a ser centros de reunión después de la emergencia sanitaria de la covid-19. Las familias bogotanas vuelven a salir en las tardes de domingo, cansadas del encierro y la monotonía que trajo consigo la pandemia.
Los bogotanos siempre se han caracterizado por sus salidas a pasar tiempo en familia los domingos. Espacios como la Zona T, la Zona G, el Parque de la 93 y muchos otros lugares son un punto importante no solo para comer, salir a caminar o irse de fiesta, sino también para ir de compras entre toda la variedad de locales, centros comerciales y tiendas. Sin embargo, a causa de la pandemia, todas estas actividades fueron prohibidas para prevenir posibles contagios.
Después de varios meses de clausura de todos los restaurantes y tiendas de la ciudad, estos han vuelto a abrir sus puertas a los habitantes de Bogotá, solo que de una manera un poco distinta: bajo una nueva normalidad. En su carrera por reinventarse y tratar de brindar sus servicios con las mejores propuestas en bioseguridad, ciertos restaurantes han generado políticas y restricciones para dejar entrar a sus clientes. Entre ellas está el límite de aforo.
Por un lado, establecimientos como Crepes & Waffles se han adaptado a la situación y, como contempla su plan de contingencia, han instalado unos domos transparentes en el exterior para que sus comensales puedan disfrutar de sus comidas con todas las ventajas de estar al aire libre, pero, a la vez, aislados del posible contacto con otras personas. Por otro lado, se han adoptado medidas en espacios como el Parque de la 93, que vuelve a ser sede de picnics y caminatas de las familias y sus mascotas en las tardes de domingo.
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