Por: Esteban Mora // Fotoperiodismo
Cada domingo muchos bogotanos solían congregarse en las calles habituales con sus pintas deportivas y sus “bicis” para participar de la ciclovía. Pero la pandemia y la cuarentena lograron acabar con este hábito saludable y familiar. Hoy, tras la reapertura, no solo vuelven a salir los ciclistas, sino también los ya conocidos vendedores de bebidas del evento.
Vuelve la ciclovía, uno de los espacios recreativos más importantes de Bogotá. Y con ella, el trabajo para cientos de emprendedores o pequeños negocios que salían a este evento a ofrecer sus servicios a los bogotanos. Se trata de los vendedores de bebidas, que, muy vitales en la ciclovía, terminan siendo una innegable fuente de hidratación y de variedad. ¡Estos dejan a los ciudadanos hasta con opciones de sobra para la elección de sus bebidas!
Es importante recalcar que importantes sectores de la economía, al igual que sus representantes, dependen del flujo de las ciclas en el evento dominical. Ahora podemos reencontrarnos con los tradicionales expendedores de agua de coco, salpicón, jugo de naranja y jugo de guanábana, entre otros.
“Es un alivio volver a abrir el negocio los domingos; es una entrada extra que nunca sobra en la casa”, dijo Luz Estela, vendedora de salpicones cuyo puesto está ubicado sobre la avenida Boyacá con calle 153.
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