Mariana Saldarriaga
Inaldo Pérez es un reportero gráfico colombiano reconocido a nivel internacional por su trabajo en agencias como EFE y Reuters. Directo Bogotá habló con él sobre su experiencia en el cubrimiento del conflicto, en eventos deportivos como el mundial de Rusia 2018, y su pasión por el fotoperiodismo.
Santa Marta es la ciudad que vio nacer al comunicador y fotoreportero Inaldo Pérez, un hombre que por su disciplina y forma de ser, no pasa desapercibido. Es polifacético, un profesional que se le mide a todo. Su arrojo, creatividad y perseverancia lo han llevado a aceptar retos incluso sin saber cómo afrontarlos.
Pero Inaldo es resolutivo, no se vara por nada, y lo refleja en la pasión que siente por el oficio más lindo del mundo a través de la fotografía “cuando uno hace una fotografía que le mueve las fibras a las demás personas, y con esa foto logras captar la atención del mundo entero, uno ya se siente satisfecho”.
Desde el tercer semestre de su carrera universitaria, Pérez comenzó a meterse en los medios de comunicación. Así logró posicionarse en medios como El Heraldo de Barranquilla, El País de Cali, y El Espectador. Para él, existe una diferencia importante entre el fotógrafo y el reportero gráfico “fotógrafos somos todos los que tenemos hasta un celular o una cámara. Reporteros gráficos, somos aquellos que incluimos dentro de una foto el qué, cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué”.
En medio del conflicto
Inaldo ha cubierto temas relacionados con el conflicto armado y el orden público. El conocimiento que tiene en el manejo de máscaras antigases y chalecos antibalas, lo adquirió en tres cursos que realizó para ser corresponsal de guerra. Sabe en dónde meterse, cómo moverse y en qué momento retirarse.
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Inaldo ha estado presente en tomas guerrilleras; cuando fue corresponsal para AP, quedó en medio de fuego cruzado entre la guerrilla y el ejército.
Afirma que en situaciones de guerra y violencia es importante hacerse notar lo menos posible, mantener el bajo perfil “no podemos meternos en el conflicto, tenemos que ser neutrales. Cuando no te haces notar, estás haciendo bien tu trabajo. Por una foto no me voy a arriesgar a que me hagan daño o me maten. A veces por una fotografía se te daña la vida en un segundo”.
Cubriendo deportes: fotos de milésimas de segundos
Su paso por el mundo deportivo comenzó en medio del calor de la costa, en los partidos de barrio. Hoy lleva encima el cubrimiento de cuatro eliminatorias acompañando a la Selección Colombia, también el mundial de Rusia 2018, y la Copa América Brasil 2019. ¿Su próxima parada? Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Además del conocimiento técnico, (para la fotografía deportiva es vital el acercamiento de los fotoreporteros con el reglamento específico de cada deporte/B); esto es importante para saber cómo interactuar con los protagonistas y el entorno deportivo. “Es bastante complicado, son milésimas de segundo para tomar una buena foto, tienes que saber enfocar. La fotografía deportiva es algo que te exige tener una reacción inmediata”, afirmó Pérez.
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La libertad de prensa no existe
Para Inaldo Pérez en época de fotomontajes, fake news, y conflictos de intereses, la libertad de prensa no es un concepto en el que crea tanto. Sin embargo reconoce el poder de las redes sociales como plataformas no solo para crear marca, sino también para mostrar “las cosas como son”.
Para Inaldo, como se dice coloquialmente, no se trata de la flecha, sino del indio; para él los equipos son la herramienta, pero es más importante el deseo personal de querer desarrollar habilidades personales que le permitan hacer un buen trabajo. En este sentido afirma que todo es cuestión de meterle física, química y matemática: “las limitaciones te las inventas tú, a mí nada me va a quedar grande”.
Finalmente, compartiendo sus experiencias y conocimientos, Pérez envió un consejo a las nuevas generaciones de reporteros gráficos y periodistas “lo que yo siempre he dicho es, sean lo más humildes, sinceros y éticos en su trabajo, y verán que les va a ir bien”. El trabajo de Inaldo demuestra que siempre hay una foto para aquel que, más allá de mirar, decide observar la realidad que lo rodea.
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