El cannabis, más conocido como marihuana, es una planta denominada ‘ilegal’, y ha sido perseguida por el Estado colombiano durante décadas. Su consumo y producción han estado vinculados al narcotráfico y al conflicto armado. Todo empezó a cambiar en el 2016 con una nueva legislación que legalizó el cultivo y la comercialización de la planta, sus semillas y derivados con fines medicinales y científicos. Hoy, multinacionales, pequeñas empresas, médicos, organizaciones y demás actores, compiten por entrar en este mercado que cada día parece más prometedor.
Te presentamos una crónica de Directo Bogotá:
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