Como es costumbre, cada año los fanáticos del terror se congregan en el centro de la ciudad para mostrar sus terroríficos disfraces y ayudar a los más necesitados. The Other Face y Directo Bogotá hicieron parte del evento.
Por Katherine Valencia Pedroza

En muchas películas de terror, los “caminantes” -como se les conoce a los zombies- solo buscan devorar los cerebros de sus víctimas. Pero la imagen del zombie se ha complejizado en los últimos años. Hay desde zombies que estudian en la secundaria y se enamoran de la porrista más bella hasta mascotas zombies. El entretenimiento está lleno de estos personajes, ¿ pero imaginan a un zombie que busca comida para dársela a otros sin esperar nada a cambio?
En el marco de las fiestas por Halloween, la plaza de toros La Santamaría fue el lugar seleccionado para que cientos de personas fueran zombies por una noche: máscaras de látex y plástico, trajes desgastados y manchados, algo húmedos por la lluvia, marcarían el inicio de la Marcha zombie Bogotá, “Invasión zombie por una reactivación económica y cultural de la ciudad”.
Un zombie con buena dirección

Toda horda de zombies tiene un líder. En esta marcha, ese líder fue Juan Carlos Ubate (John K), creador y director de este particular que tiene como objetivo recolectar juguetes, alimentos no perecederos o dinero. Un grupo de zombies hacen parte de esta particular marcha, pero todos los personajes de fantasía, superhéroes, animales cotidianos y caricaturas del momento pueden sumarse para contribuir a familias de alguna localidad en Bogotá o a la fundación Marcha Zombie.

Juegos, familia y amigos
Este tipo de actividades permiten que las familias tengan un momento de esparcimiento y que los desconocidos rompan el hielo al decir: “¿me dejas tomarte una foto?”. Los aficionados al terror de todas las edades. Los adultos salen de la monotonía y se aventuran a transformarse en un personaje de fantasía. Los pequeños hacen de su imaginación y curiosidad algo ilimitado ante la creatividad y el temor que puede causar un payaso asesino, la muñeca con costuras en la boca, Michael Myers de la mano de una monja bajo un conjuro mal hecho o un grupo de jóvenes con máscaras fosforescentes de la purga.
Durante la pandemia, los disfraces permanecieron en los armarios. En este Halloween se desempolvaron para llenar las calles de Bogotá: una caravanA de payasos, acaso pariente de del personaje terrorífico de IT, Michael Jackson y los zombies bailarines del legendario video de Thriller se robaron del show en una marcha que demuestra que la afición por el terror puede congregar, alegrar y llevar ayuda a quienes lo necesitan.