Bogotá se vistió de teatro para celebrar sus 484 años

Por Katherine Valencia Pedroza 

El Festival Iberoamericano de Teatro vistió de color las calles de la capital. Directo Bogotá se sumó a la fiesta en la participaron desde grupos de todas las localidades hasta personajes del cine y los videojuegos.

Foto tomada por Katherine valencia Pedroza 

La palabra teatro trae a la mente mundos maravillosos, personajes extrovertidos con trajes coloridos que buscan llevar la mente de su público a un estado de felicidad y sin preocupación que por unas cuantas horas los lleva a creer que lo imposible es posible. Ese mundo de fantasía es protagonista en un nuevo cumpleaños de Bogotá, aquella ciudad que Gonzalo Jiménez de Quesada fundó al instalar un campamento de nombre Nuestra Señora de la Esperanza.

La capital cumple 484 años y el Festival Iberoamericano de Teatro busca llevar al público arlequines, monstruos, doncellas, caballeros, osos, diablos y diablas, mariposas de gran tamaño, jaguares, lobos sopladores, zanqueros y un sinfín de seres extraños. Sacar a estos personajes de las tarimas de un teatro para que vivan en espacios públicos es un acontecimiento que, luego de la pandemia, es un pretexto ideal para reunir a las familias en torno a las artes escénicas.

Inicios del festival de teatro callejero en Bogotá 

El 4 de agosto de 1999 comenzó la tradición. Ese año, el gobierno distrital decidió unificar el Festival de Verano, el cumpleaños 461 de Bogotá y el festival de teatro callejero. Comparsas de todo el país e incluso del exterior llenaron las calles de color y los rostros de alegría. Según un artículo de El Tiempo (1999): “El grupo de India, con su danza Kathakali, es uno de los eventos más esperados”. Con los años, se dio mayor protagonismo al talento local, expresado por las casas de teatro comunitarias de cada localidad.

Desfile de comparsas Festival de teatro callejero 2022

Foto tomada por Katherine valencia Pedroza 

Cada localidad de Bogotá tiene una escuela de teatro -oficial o comunitaria- en la que niños, jóvenes y adultos se expresan por medio del arte, la cultura y la creatividad. Las 25 comparsas que conformaron este colorido desfile dieron a conocer, a una mayor escala lo que hacen día a día, sus trajes folclóricos, carnavaleros y la capacidad de interpretación a ritmo de trompetas y tambores. Sin importar el clima de la ciudad, estas comparsas realizarían su recorrido desde la plaza de la Santa maría hasta la Plaza Simón Bolívar.

Festival para los sentidos 

Foto tomada por Katherine valencia Pedroza 

Clarinete, trombón, flauta y tambor son algunos de los instrumentos que acompañaron a los artistas en este recorrido, dejando a su paso melodías tradicionales del maestro Lucho Bermúdez o géneros más actuales como el pop de Bruno Mars. Toda una fiesta para los sentidos, la vista llena de colores y figuras, el oído embrujado con una mezcla de sonidos conocidos e improvisados, el olfato deleitándose con el aroma de empanadas, sándwiches tamales y lechona, y el tacto jugando entre los rayos de sol espontáneos que se colaban a través de un cielo nublado.

La  extravagancia y exageración es para lucir 

Foto tomada por Katherine valencia Pedroza 

Cuando de diversión se trata, la moda no importa. Se puede ver el que usa dos sacos, una chaqueta y gorra, o el que se toma la fiesta deportivamente. En el caso de los artistas, el centro de atención eran su maquillaje colorido, trajes bombachos, zapatos a la medida o exagerados. Al mejor estilo de una pasarela de alta costura de Nueva York  -pero con el toque alegre del colombiano- bajo el calor sofocante, mujeres y hombres bailaban dando brincos y cantaban animando a la gente que, alegre, los veía. Con gran habilidad un artista en zancos pasaba danzando mientras cargaba una enorme cabeza de arlequín, seguido por hombres mariposa y mujeres paloma, que sin importar el largo recorrido lograrían llegar en medio de ovaciones hasta el punto de encuentro designado.  

videojuegos de carnaval 

Foto tomada por Katherine valencia Pedroza 

Hasta personajes de videojuegos y del cine formaron parte de la fiesta: Mario Bros, Depredador, Piratas del caribe y otros danzaban alegremente al ritmo de los aplausos y el compás de instrumentos, dejando ver que las patas, botas de cuero, zapatos dorados y garras peludas son capaces de seguir el ritmo que les pongan.

Cada momento de este desfile que atravesó la séptima generó trancones, pero apoyó el mercado campesino, la gastronomía callejera y dio alegría a niños, grandes y viejos.  Fue una muestra de la importancia que tiene la cultura, el arte y la tradición para esa ciudad que acoge a todos, sin distinción, haciéndolos decir a muchos, con orgullo: “Te amo, mi querida Bogotá”. 

DIRECTOBOGOTA.COM

Es un proyecto de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Pontificia Universidad Javeriana, dedicado al periodismo digital, la producción audiovisual y las narrativas interactivas y transmedia