Por: Isaac Barbosa Arroyo // Noticia
El actor David Moncada ha sido uno de los múltiples artistas bogotanos que ha tenido que adaptarse a la nueva realidad virtual tras la llegada de la Covid-19. Enseñar la técnica de improvisación teatral a través de medios digitales y dirigir su compañía ha sido un nuevo reto que el improvisador ha visto como una oportunidad.
Eufórico y con una sonrisa de oreja a oreja, David Moncada gritaba: “¡Listos!”, para dar inicio a sus clases presenciales de improvisación teatral en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, pero desde el mes de marzo y junto al aislamiento preventivo obligatorio que hasta el día de hoy continúa prolongándose, todas las universidades del país se han visto obligadas a trasladar sus programas a una modalidad virtual, y las clases del actor no son la excepción.
Moncada estudió comunicación social con énfasis en producción audiovisual y cuenta con dos diplomados de improvisación teatral. Se ha especializado en la técnica de improvisación estudiando con Keith Johnstone, el británico pionero de esta técnica, y en el Loose Moose Theater en Canadá. Además de sus estudios, Moncada es cofundador, director artístico y actor en la compañía Improvisual Project.
En Directo Bogotá hablamos con él para indagar cómo está siguiendo con su improvisación durante la virtualidad forzada por la pandemia.
Directo Bogotá [DB]: ¿De dónde nace la idea de crear Improvisual Proyect?
David Moncada [DM]: Cuando estaba terminando la universidad ya estaba trabajando activamente en teatro y en “impro” con la compañía La Morgue; eso se había convertido en una parte muy importante de mi vida y quería que mi tesis de grado tuviera que ver con eso. María Paula Franky, actual gerente y directora de proyectos de la empresa, me copió a la idea de hacer algo con ‘impro’ y audiovisual; de llevar eso que yo estaba haciendo en el teatro a los medios aprovechando la carrera de comunicación social. Hicimos de tesis en la Javeriana una serie web que se llamaba Improvisual Proyect y era una cosa muy sencilla de juegos de ‘impro’. Nos abrieron puertas, de repente había empresas que querían funciones y teníamos viva la intención de hacer obras. Como tenía el trabajo previo con La Morgue, se fue transformando e hicimos del proyecto de grado una compañía y eventualmente se convirtió en una empresa.
La actriz Camila Vallejo, con quien David trabaja a la par tanto en la compañía como en los salones de la Javeriana dictando clase, asegura que: “trabajar con David es muy sencillo. Es noble, generoso y organizado”. El actor es tan organizado que en su apartamento cuenta con una amplia colección de películas originales en DVD organizadas alfabéticamente y bibliotecas con libros divididos en secciones como teatro, improvisación, cómics, cine y literatura. Juntos han buscado la manera de encontrar soluciones a la problemática de transformar una clase que necesita del contacto físico y de la interacción grupal a dictarse por medio de videollamadas por plataformas como Zoom o Teams.
Una de las soluciones que ambos maestros han encontrado útil y oportuna ha sido la invitación de distintos improvisadores que se encuentran alrededor del mundo a sus clases. Esto ha permitido que varios artistas que pertenecen a este “pequeño mundo de la ‘impro’” cómo lo cataloga David, compartan sus experiencias y conocimientos con estudiantes que están interesados en esta técnica. “No hay que limitarse a decir que lo único que se puede hacer virtual es una llamada de Zoom y ya. Debemos experimentar y preguntarnos hasta dónde podemos experimentar”, dice el artista.
La experiencia que David ha adquirido desde los inicios de su carrera en 2011 y como tal el enfoque que le ha dado a su vida artística abriéndose internacionalmente ya sea presentándose o dictado talleres en diferentes escenarios y festivales de países como Colombia, Argentina, Perú, Chile, España, Alemania, Filipinas y Canadá es lo que ha permitido que establezca diversas conexiones y contactos que posteriormente pueden ser invitados a sus clases o referentes de creación.
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[DB]: ¿Cómo ha sido esta adaptación como maestro de actuación a la virtualidad?
[DM]:La virtualidad hay que asumirla como una realidad. Sé que es un medio diferente al medio en el que trabajaba y eso obviamente va a cambiar las formas de interacción, las formas en que trabajaba como profesor.
Primero debo entender y adaptarme un poco al medio; saber que no estoy en un espacio físico y que hay muchas cosas que no voy a ver ya que estamos limitados a una pantalla. No es lo mismo soltar su espontaneidad en un salón que en su casa llena de objetos que reflejan su cotidianidad y personalidad. Hay que entender el contexto y cómo este cambia las formas de actuar de la gente y la interacción entre profesores y estudiantes. Luego ver qué herramientas dentro de ese nuevo contexto pueden servir para traducir cosas que hacían en otro lado.
[DB]: ¿Qué oportunidades brinda la virtualidad?
[DM]: Lo virtual crea un espacio de análisis teórico que normalmente uno no les da a las artes escénicas en el salón. Crea un espacio para visibilizar otras cosas. Ejercicios como afinar la observación, ver escenas y analizar la dramaturgia de esas escenas es algo que uno en clase lo hace más desde lo práctico y simplemente genera una forma de aproximarse a ello diferente.
[DB]: ¿Cómo se ve en el futuro?
[DM]: Me veo haciendo improvisación definitivamente. Me veo usándola en pro de muchas más actividades creativas como hacer teatro de texto, dirigir obras, escribir obras y de dar herramientas a empresas. Me veo viajando y compartiendo con personas de otros países. Es lo que más me llena.
Con el pasar de los días este maestro de 28 años, quien está investigando constantemente y busca nuevas metodologías, se prepara para retomar clases en el momento en que sea permitido con una modalidad semipresencial junto a sus estudiantes de la Universidad Javeriana. Todo esto depende de los comunicados que emita el Gobierno. Por el momento sus estudiantes cuentan los días para que David vuelva a gritar: “¡Listos!”, con la emoción que lo identifica.
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